One Shots | Tokyo Revengers

Souya Kawata (Angry)

Lo único que tengo para decir en la primera mitad de one shot es; eso no es muy hetero de tu parte, Angry.

| When I met you |

Avanzaste algunos pasos, procurabas siempre tener un bajo perfil, no te gustaba llamar la atención. Siempre te encontrabas con la cabeza gacha siguiendo a un paso apresurado.

—Danos todo tu puto dinero. —suspiraste, tu mirada se guió por el ruido, era normal escuchar cosas así por donde vivías.

Viste como unos chicos mayores estaban molestando un niño, probablemente el solo iba pasando, te quedaste observando en lo que él niño tenía su cara asustada.

Trataste de ignorarlo, después de todo siempre ocurría, resoplaste para seguir caminando, tus manos se ajustaron a los bolsillos de tu pantalón, ibas a desaparecer por completo de aquella escena.

—Deja de llorar, mocoso y apúrate de una vez ¡danos el dinero, carajo! —te remordía la consciencia, volteaste de nuevo para ver la escena.

Las mejillas del niño estaban rojas, por su boca se ahogaba un gemido de llanto, estaba temblando tratando de sacar dinero de su bolsillo, tus manos se apretaron en puños.

—¡Mierda! ¡No puedo tener ni una caminata tranquila a mi puta casa porque siguen apareciéndose! —tiraste tu mochila para empezar a correr en la dirección del niño.

Avanzaste rápidamente, tenías agilidad escapando, pero también algo de fuerza, tú mano se formó en un puño a centímetros del cuerpo de la otra persona.

Cuando sucedió el impacto retrocediste agarrando al niño del brazo para jalarlo. —Tenemos que irnos de aquí. —hiciste que saltara para reaccionar, el niño se tropezó por arrastrar sus pies.

—Tu no te vas a ningún lado. —te jalaron de la capucha del cabello haciendo que cayeras de espaldas, soltaste tu agarre.

—Tú, por favor huye. —gritaste, pero el niño no avanzó, se quedó paralizado viendo la escena, de donde mismo que te tenían agarrada te alzaron ahorcándote con la tela.

—¿Crees que puedes huir así? Nosotros somos más. —los viste con desprecio, te dieron un puñetazo en el estómago, empezaste a toser por la falta de aire.

—Me vale, ¿que se creen para molestar a un niño que no les hizo nada? —ibas a recibir un golpe en la cara, pero lograste esquivarlo, otro de ellos aventó uno simultáneamente pegándote en el rostro.

—Pequeña mierdecilla, lo vas a lamentar. —escupiste sangre, tu mejilla se reventó con el impacto. Arrastraste tu pierna derecha para atrás posicionándote.

Agarrando impulso en la posición le diste un rodillazo en su parte baja, este se tiró al suelo sujetándose para aliviar el dolor.

—Hijo de...

—Chicos, deténganse, podemos arreglarlo de otra manera. ¿No ven que es una chica? —volteaste a ver al chico que hablo extrañada, sonreía de una manera cínica. —pequeña zorra, nos lo vas a pagar. —en una segunda ya tenias su mano apretando tu cuello, tus manos fueron a su muñeca para tratar de soltarte, trataste de arrastrar tus pies para mayor fuerza, pero ningún movimiento funcionaba.

En un último esfuerzo tensaste la pierna, agarraste su muñeca con tus dos brazos con toda la fuerza que tenías, diste un rodillazo a su estómago. Su agarre disminuyó por lo que actuaste haciéndote para atrás sobándote el cuello y tosiendo.

Saltaste para dar una patada al torso del chico, este se retorció por el dolor. —Maldita puta, te la verás conmigo. —empezaste a jadear, todavía no recuperabas todo el aire, su puño se dirigió para dar otro golpe, pero fue detenido de la muñeca.