𝒄𝒂𝒕𝒐𝒓𝒄𝒆

91 11 9
                                    

Leto estuvo días sin coger el móvil, por lo que la única información que recibía Thomas era por parte de Diana o por parte de Delia.
Mensajes como "sigue en la cama" "hoy no ha llorado tanto..." y "ha comido un poco está mañana", eran lo único que sabía de ella y eso le hacía sentir miserable. Llevaba sin hablar con ella 11 días se iba a volver loco.

Damiano lo comprendía, de verdad que sí y Victoria entendía a Leto, ella había perdido a su madre y estuvo mucho tiempo triste.
Aquella mañana, Thomas la llamó, esperó varios tonos y cuando estuvo a punto de colgar cuando Leto cogió el teléfono.
—¿Leto?
—Hola... —su voz se oía triste.
—Leto... oh dios estaba tan preocupado, Diana me contó lo de...
—Se fue... y yo no pude ayudarla más... —Leto sollozó con fuerza.
—Cariño... no fue tu culpa —Leto al otro lado gimoteo— no sabías que eso iba a pasar
—Nos estábamos riendo... y de repente...
—Lo sé... —Thomas dejó caer una lágrima traicionera.
—Y lo peor... es que te necesito aquí... pero no quiero ser egoísta
—¿A qué te refieres?
—Tú estás... viviendo tu sueño y yo... no puedo pedir que lo abandones todo por mí
—Leto no
—Creo que... lo nuestro no...
—Leto no digas nada más
—No es nuestro momento —Leto se mordió el labio cuando sintió una punzada en su pecho, si bien los ataques de ira eran menores, últimamente estaba experimentando ataques de ansiedad— Lo siento Thomas...
—Leto no puedes... ¡no puedes decir eso! Te amo
—Y yo a ti, por eso no voy a evitar que vivas tu sueño, no por mí, no porque esté deprimida
—Leto...
—Adiós mi Roger Taylor —Leto colgó el teléfono y se permitió llorar con fuerza, Cosmo iba bajando a verla y a avisarla de que salía a poder escuchar la lectura del testamento, cuando la escuchó gritar con agonía.

Cosmo adoraba a su madre, pero Leto había sido la más afectada, no solo por su vínculo tan cercano, el verla morir suponía para Leto un trauma y sabía que ella se sentía culpable por no haber podido hacer más.
—LETO —Cosmo entró asustado al no verla en la cama, se calmó un poco cuando la vio agazapada en un rincón mientras respiraba con dificultad— hey respira... —susurra con temor y la apega a su pecho. Cosmo llamó a Diana, y ella llegó lo más rápido que pudo.
—Ya no tengo a nadie...
—Eso no es verdad, nos tienes a nosotros, nosotros te tenemos a ti... tranquila mi niña... se solucionará

***

Thomas se quedó sentado mirando la foto de Leto, que tenía de fondo de pantalla y se le cayeron las lágrimas incrédulo con la situación.
Leto lo había dejado y no sabía porque realmente, si ella se lo pedía él iría a ayudarla. Pero ese era el motivo y Leto no quería ser egoísta, y hacer que lo dejará todo por ella.
En ese momento, Ethan se asomó cuando Thomas no salía del coche.
—¿Qué ha pasado? ¿Por qué lloras? —Ethan lo miró preocupado.

—Leto y yo... ya no estamos juntos —Thomas bajó la mirada antes de ponerse a llorar más.
—¿cómo?
—Leto dijo que... no era nuestro momento —Ethan llamó a Victoria y a Damiano— que no quería ser egoísta...
—¿Qué está pasando?

Thomas les contó la conversación con Leto y que ahora no estaban juntos. Damiano abrazó a Thomas y Victoria con una pequeña mueca intentó animarlo.
—No quiero perderla... ella es mi chica, es mi Sarina... La amo —Victoria cogió su mano con fuerza, nunca había visto a Thomas tan enamorado y le dolía eso muchísimo.
—No la vas a perder te lo prometo conseguiremos que volváis a estar juntos —Damiano estaba al tanto de la situación con Leto, Silas le había contado que habían conseguido que la chica saliera de su habitación para estar con ellos un rato y que la tristeza se podía ver en la chica, no quería comer y que se pasaba el día sin querer hablar de la música.

Con el lanzamiento de su disco a la vuelta de la esquina, Leto aún tenía que grabar un par de canciones pero Grace entendía que ella no estaba en condiciones.
Y mucho menos ahora si había dejado su relación con Thomas, no tendría ganas de nada de nada. Y no podía culparla, se le había juntado todo, la distancia, la muerte de su abuela y que no podía tener a Thomas cerca.

***

Diana estaba tumbada en la cama de Leto, escuchándola llorar. Leto era sin duda una chica que era dulce, sensible por lo que toda la situación la estaba dejando rota.

—Crees que... dejar a Thomas fue una mala decisión...
—Creo que... estás dejando a la depresión gobernar tu cabeza... Lo amas y creo que... no quieres ser egoísta eso es verdad, no puedes pedirle a alguien que está viviendo su sueño que lo abandone por una persona... Pero creo que Thomas estará triste y eso me da pena...
—Diana... ¿Me ayudas? Necesito... estar bien
—Pues claro, somos amigas, somos como hermanas si me necesitas aquí me tendrás
—Gracias... —susurra la chica y se abrazó a ella mientras le acariciaba el pelo.

Cosmo había ido a la lectura del testamento de su madre. Aún no podía creerse que ya no estaba allí, Misha le acompañaba, ambos se sentaron en la mesa con notario y este sacó de un sobre unos papeles.

"Yo, Dinora Sideris en pleno uso de mis facultades procedo a escribir mi último deseo y voluntad,

A mi hijo mayor Cosmo, le dejó la mitad de la casa familiar, tu padre hubiera querido que tuvieras la moto con la que recorrimos Grecia tantas veces... Es tuya.
A mi hijo menor Misha, le dejó la otra mitad de la casa familiar y el chevy impala, que con tanto empeño has cuidado. Sé qué tú lo cuidarás mejor que nadie.

Cómo último deseo y voluntad, quiero que mi única nieta Leto, ella que ha heredado ese amor por el arte y la música, que ella tenga mi piano y mis viejas partituras, así como la caja de recuerdos de mis años jóvenes, en ella hay cosas que la ayudarán, ella mantendrá vivo mi recuerdo.

No dejéis que abandoné su sueño, no ahora que lo está cumpliendo. No dejéis que se deprima. Y le dejó 1 ⁄ 4 de mi fortuna para su carrera y su vida...

Le dejó también mi recetario, ese que con tanto amor ha tratado, decidle que me recuerde en la cocina que era donde más disfrutaba estar por qué ella estaba conmigo...

Os quiero tanto, mis chicos... Ahora estoy en un sitio mejor con vuestro padre."

Cosmo sonrió ampliamente después de secarse las lágrimas, su madre allí donde estuviera seguía cuidando de ellos y de Leto.
Al llegar a casa, Diana y Leto estaban en el salón. Leto estaba acariciando a Apolo y cuando dejó la caja a su lado lo miró confuso.
—Mamá te ha dejado cosas en su testamento —Leto abrió la boca y Cosmo le dio la copia para que la viera y la leyera.

Para sorpresa de Diana y Cosmo, Leto no lloró sino que sonrió y abrió la caja con cuidado.
Dentro había diarios, el recetario, partituras y un pequeño joyero, Leto lo abrió y fue cuando se le escapó una lágrima.
Su abuela había metido su anillo de casada allí y unos gemelos para una americana, los que su abuelo había usado el día de su boda, y que su abuela aseguraba que le había dado suerte.

—Se casó conmigo, más suerte no le pudieron dar —recordó las palabras de su abuela en voz alta.
—Mamá decía eso de... los gemelos de pápa —Ambas miraron más la caja y Cosmo se sentó a su lado con una pequeña sonrisa. Su padre quien había fallecido tiempo después de su boda con Delia, se los había prestado en su boda, asegurandole que iba a darle suerte en ese día. Y lo hizo Delia se estaba cansando con él y ambos fueron muy felices y lo siguen siendo.

El padre de Cosmo había fallecido, a pocos meses de que se enteraran de que Delia estaba embarazada. Para Cosmo aquel momento fue... las emociones que lo invadian eran diferentes, esta alegre por su mujer, pero la sensación amarga de que su padre faltaba tambien estaba presente.

Diana fue la siguiente en coger algo de la caja de los recuerdos, de ahí sacó un viejo libro, el recetario de Nanna Dinora, con mucho cuidado abrió el recetario y de la primera página cayó una fotografía. Leto y Diana la observaron con una pequeña sonrisa.
Eran Leto de pequeña y su abuela preparando algún postre, que tenía chocolate pues la pequeña Leto tenía la nariz manchada.
Leto estaba dispuesta a hacer caso a su abuela e iba a empezar cuanto antes, había estado alejada de la música 10 días y si su abuela quería que ella siguiera adelante lo haría. Y sabía que Diana le ayudaría, eso la hacía sentir segura de sus pasos.

𝙺𝙰𝙸𝚁𝙾𝚂 |Måneskin Fanfic|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora