𝙺𝙰𝙸𝚁𝙾𝚂 |Måneskin Fanfic|

𝒐𝒏𝒄𝒆

Tras las entrevistas de aquella tarde Damiano, Victoria y Diana se estaban preparando para salir en su primera cita oficial como pareja. Diana estaba vistiéndose mientras Leto leía acompañada de Ethan, ya que Thomas había ido a comprar patatas para una tarde de pelis con Silas, Evangelina y Leo.

La menor salió con un primer outfit que tanto Ethan como Leto descartaron.

—Pasa a otro, ese no me llama para una cita romántica

—Eso es verdad

Diana entró de nuevo en el baño poniéndose una camiseta blanca y unos pantalones de vestir azules, acompañados de un blazer del mismo color del pantalón.

—este si —Ethan a su lado levantó los pulgares mientras diana se sentaba a maquillarse levemente.

En la habitación de los chicos Damiano se estaba cambiando por una camiseta blanca, unos pantalones negros y una americana negra. Y Victoria había optado por ponerse un body de encaje y unos pantalones blancos. Damiano había acordado pasar a por las dos como todo un caballero.

A las 20:30, Damiano estaba tocando la puerta de Vic, se había cambiado en la que era la habitación de Grace y Marta, salió con su bolso en mano con una sonrisa.

—Estas preciosa —Damiano dejó un suave beso en sus labios y ambos se dirigieron a la habitación de Diana, que también era la de Vic. Fue Leto quien abrió seria.

—Así que vosotros vais a sacar a mi pequeña a un cita

—Uh si...

—Nada de bajar la mano de la cintura muchacho o...

—Leto basta —Diana rio mientras besaba su mejilla.

—¡Pásalo bien!

—Lo haré, qué guapos estáis —Diana se puso de puntillas besando a Damiano y luego dejó una mano en la mejilla de Vic mientras compartían un pequeño beso. Damiano abrió las puertas del coche que Leo había alquilado para la estancia en Gothenburg, Diana iba de copiloto y Vic iba en el asiento de en medio de detrás.

—¿Dónde vamos a comer?

—Leo reservo en un restaurante según me dijo.

Diana iba dando las indicaciones del mapa, mientras Vic iba poniendo la música de la radio, ambas iban cantando Friday i'm in love de The cure, cuando Diana se dio cuenta de que se habían pasado la salida.

—Uhm... Dami

—¿Si Dea?

—Nos pasamos la salida... era la de antes

—Oh... —Damiano dio la vuelta donde indicaba de nuevo el mapa y entraron en la calle correcta.

Al llegar al restaurante, los tres bajaron entrando en el establecimiento. Allí el jefe de sala los esperaba.

—¿Tienen reserva?

—Mesa para tres, a nombre de Damiano

El hombre se puso a mirar entre las reservas, y con una mueca miró al trío. No había ninguna reserva a ese nombre.

—Quizás está a nombre de Leo —el hombre revisó de nuevo negando. Damiano gruñó y salieron los tres fuera para poder llamar a Leo.

—Hola Leo ¿Hiciste la reserva?

—oh... se me olvidó

—Vaffanculo Leo! Y ahora donde me llevo a mis preciosas chicas a cenar

Diana cogió su mano restándole importancia y cogió el teléfono de Damiano.

—Está bien Leo no pasa nada...