28.Habitación ocupada

149 61 80
                                    

Lucia Ferrey׃En estos momentos todos deberían de estar en la sala de la casa de Ana, conversando, jugando o cantando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lucia Ferrey׃
En estos momentos todos deberían de estar en la sala de la casa de Ana, conversando, jugando o cantando.

Pero todo eso me lo estoy perdiendo por estar encerrada en el cuarto con Andrés. No sé, como describir la habitación estaba semi-oscura ya que resplandecía por la ventana una tenue luz de la lámpara que alumbraba en las afueras de la casa.

¿Por qué siempre tengo esa mala suerte?

Les cuento que cuando iba saliendo del clud nocturno me distraje con las jugadas traviesas de Andrés y cuando me giré para detenerlo, no miré hacia atrás. En el momento tropecé con una piedra y aterrice en el suelo.

Ha sido unas de mis peores caídas.

Entonces me encuentro acostada en la cama mientras que Andrés me da un breve masaje en el tobillo ya que lo tenía torcido.

―¿Éstas bien? ―me pregunta.

―Está mejorando.

―Lucia por que estas tan molesta conmigo esta noche.

―¿No te has dado cuenta? ―lo niega moviendo la cabeza― no me dices nada sobre que te ibas para un club nocturno y yo que te quería hacer compañía. Lo peor fue cuando llego y te encuentro conversando con Carla. También terminaste de molestarme por completo cuando me caigo por culpa tuya y lo único que haces es reírte ―comienza a reírse― mírate aún te sigues riendo.

―Es que fue una caída súper graciosa ―desvió mi mirada reprochando por su actitud― Lucia mírame ―lo miro de frente― Rafael me mortificó para que lo acompañe a última hora, así que me fui con él, además yo no sabía quién iba a estar en ese lugar, que estuviera Carla y Javier fue por coincidencia. Yo no sabía que te ibas a poner celosa por Carla.

―Sí lo supieras, ¿qué harías?

―Hablaría con ella más seguido, solamente para verte en ese estado de celos.

¿Cómo puedes ser tan insensible Andrés?

―Te odio ―mis palabras salieron sin pensarlas.

―No te creo ―me dice y al momento lo enfrento con la mirada― desde que te conocí siempre me has mostrado esos ojos dilatados llenos de amor y alegría que siempre me brindas, que demuestran cuanto te gusto. Además ese baile que acabas de hacer en aquel lugar con el fin de provocarme, demostraban cuán excitada estabas.

Empiezo a lamerme los labios que ya los tenía resecos y me quedo callada observándolo con detalle.

―Gracias a ti he tenido una gran erección en toda la noche, no crees que te tengas que hacer responsable de eso.

―No, yo siempre cumplo con mis palabras.

Mentira quiero tenerte por completo, lo que me da vergüenza decir la verdad.

Todo comenzó con tu mirada {#1} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora