—¡Ustedes son unos campeones!
—¡Son los mejores!
—¡Qué gane el mejor!
Eran los gritos de la de muchas chicas unas decían frases y otras decían los nombres de los jugadores, pero todas los animaban y yo era una de ellas.
Con los nervios de punta (soy el tipo de persona que no prefiere ver las películas de deporte porque me ponen de nervios) era una jugada muy difícil de adivinar quién es el ganador ya que los dos equipos tenían sus estrategias y jugadores muy buenos.
Cuando de pronto veo que el equipo contrario hace una mala jugada y ganamos un punto —¡Vamos uno a cero! —gritaban muchas. De pronto empiezan a jugar sucio y empujan a Andrés que era quien tenía la pelota en ese momento (es obvio que esto es considerado como falta) pero él lo esquiva dejándolo desorientado teniendo la delantera e introduce la pelota en la canasta y todo gritan "canasta" de verdad que es muy divertido y más las olas que hacemos con los brazos por todas las gradas.
Ya me había fijado de su pequeña cojera, pero lo sabia disimular muy bien porque era la única en darme cuenta —Andrés está muy sexy —comenta Tani mirándome —Si ya lo veo —exclamando de una forma que ni yo misma me lo creía.
Si ella supiera que eso lo comprobé personalmente, me mata.
El juego ya había terminado y los esperábamos en el pasillo principal de la escuela —¡Campeones felicidades! —gritamos al ver la presencia del equipo.
De pronto recibo un mensaje de mi madre preguntándome donde me encontraba (verdad que les dije que iría al baño) me dirijo a un lugar que este con silencio y la llamo —Mamá estoy celebrando junto con mis amistades que mi escuela acaba de ganar una competencia de baloncesto —me responde —Está bien, divierte —es la mejor.
De regreso veo a Andrés hablando con Rafael, cuando me ve el empieza actuar como si tuviera un gran dolor en el pie.
A pesar de que estaba fingiendo me siento completamente culpable.
—No sabes lo que los premios del Oscar se están perdiendo —le digo.
—Tu comentario me dice que no quieres cargar con la responsabilidad.
—Creo que tu pie estaba muy bien cuando estabas jugando.
—Solo estaba disimulando el dolor.
—Que bien lo disimulas, pero como me siento culpable dime que quieres.
—Quiero que me invites a comer.
—¡Eso nada más!
—Acaso quieres más. —No
Salgo de la escuela y recojo mi moto eléctrica que se encontraba en el parqueo —Yo no voy a montarme ahí —comenta Andrés.
—Tanto miedo le tienes.
ESTÁS LEYENDO
Todo comenzó con tu mirada {#1} ✔
Novela JuvenilMiradas... Seducciones... Retos... Soy Lucia Ferrey quien siempre he dicho que nunca perdería el tiempo en enamorarme hasta que me encuentro a ese chico extranjero de ojos grises lla...