29.Contradictoria visita

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Andrés Briver׃Su rostro se volvió sombrío y a la vez distante

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Andrés Briver׃
Su rostro se volvió sombrío y a la vez distante. No entendía su angustia de momento solo sabía que algo le había sorprendido o puesto nerviosa al notar que sus manos de pronto se volvieron frías.

—¿Lucia estás bien?

―Estoy bien, solo que vinieron a buscarme ―se aparta al instante de mí para alejarse dirigiéndose a un auto bastante moderno que se estacionaba al frente de la casa. Cojeaba un poco, pero era algo que disimulaba.

Lucia si me dieras la oportunidad de presentarme a tu familia lo haría sin molestia alguna, pero prefieres que la relación sea oculta y eso trae estas consecuencias.

Espero que no te regañen gravemente.

Suspiro profundamente.

―Andrés no puedo creer que ya te ibas sin tu primo ―me giro y lo veo con una apariencia moribunda y en su ceja izquierda tenía puesta una curita.

―¿Rafa qué te pasó en la frente?

―Oh… esto es debido que descuidadamente me partí la ceja con la mesita de la sala ―me lo dice tocándoselo tratando de comprobar si aún le dolía, pero su actitud era medio distraída como si hubiese hecho algo indebido.

―Parece que cometiste un grave error.

―Haa… ―suelta otro suspiro― Andrés me acaban de condenar a muerte ―es sorprendente la alegría que tiene diciendo eso.

Si supiera Rafael que a mí también por poco me condenan ayer y no de la manera en que lo dices.  Empiezo a reír como un tonto, por la locura que tuve anoche al tenerla sin remordimientos.

―Por cierto, ¿dónde está Lucia? ―pregunta Rafael.

―Se acaba de ir con un señor que al parecer era su padre.

―¡Que! No lo puedo creer y te acaba de ver ―le acepto moviendo la cabeza― esta va a ser la perdición de Lucia.

―¿Lo conoces? ―no puedo creer que hasta Rafael lo conoce y yo que soy su novio me tenga que ocultar como si estuviera cometiendo algún delito.

―Te lo diré en el camino porque ya quiero irme. Pronto se levantaran las chicas y nos obligarán a limpiar u organizar la casa, prefiero escaparme antes de hacer eso.

―No veo mal recoger lo que regaste. ¿Quieres qué te ayude?

―Vámonos ―me empuja hasta el carro― no quiero que me echen la culpa de nada.

Algo me dice que ha hecho algo indebido y está huyendo de su crimen cometido.

En el transcurso del viaje, mientras Rafael manejaba me iba contando sus anécdotas y advirtiéndome sobre la actitud del padre de Lucia.

―Ese hombre es insoportable. Sabía que una vez fui a su casa a estudiar con Lucia y no nos dejo estudiar en su cuarto, tuvimos que hacerlo en la sala y además vigilaba cada movimiento que daba ―por que será que esa actitud no la veo insoportable, eso también lo haría si yo tuviera una hija― cada vez que la invitaba a una fiesta en mi casa tenía que hablar con un mayor de mi parte para que la dejaran y lo peor una vez Lucia fue a mi casa a entregarme algunas clases por que había faltado a la escuela por enfermedad y de algún modo él lo supo y fue a buscarla, y cuando llegó no paró de insistirla para que se fuera.

Todo comenzó con tu mirada {#1} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora