CAPITULO 18 2/3

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Sofocado y ahogado

5 de Septiembre del 2027, 9:00 am

La capilla que el hospital tenia para aquellas personas que eran creyentes y rezaban a un ser superior que por favor salvaran a sus familiares se había convertido en el único lugar que soportaba estar sin sentir un dolor punzante en el lado izquierdo de su cabeza, no se había considerado un creyente desde que se alejó de su padre, hasta el día anterior aun no era lo suficientemente devoto, pero en ese momento no hacia otra cosa que no fuera juntar sus manos mirando la figurilla de yeso que tenia enfrente y pedir con todas sus fuerzas que todo terminara pronto, que todos estuvieran completamente bien y pudieran volver a casa de inmediato.

El medico le había informado que, debido a la presión y estrés del momento, el Presidente había tenido un colapso mental que solo pudo manifestarse mediante un desmayo, lo que era la mejor opción de su cuerpo ya que un ataque de ansiedad en esos momentos y bajo esas condiciones no hubiera sido lo mas sano para ninguno de los ahora hospitalizados.

La Primera Dama se encontraba fuera de peligro, pero descansando debido al sangrado y a lo fuerte de los dolores con los que había llegado al hospital esa madrugada, desde que había salido de la cirugía no despertaba, pero el medico refería que era una buena señal y que lo mas sano para la mujer era el descanso, ya que una vez que despertara debía darle de comer a su bebé.

La bebé, aquel pequeño ser que se aferro a vivir y a ser la fuente de alegría de sus padres, la pequeña TaeJi había nacido en condiciones optimas y completamente sana a pesar del increíble susto que le dio a todo en casa y en el hospital, no fue nada mas que eso y todo el personal de salud decía que sería una niña muy enérgica aparte de hermosa, pues era increíblemente parecida a su madre.

Susurraba pequeñas plegarias que solo él y Dios serian capaces de escuchar en el tortuoso silencio de aquella habitación blanca llena de figuras religiosas y una que otra persona pidiendo lo mismo que él, que sus seres queridos estuvieran bien y sin complicación alguna.

No fue capaz de escuchar los pasos sigilosos que se aproximaban a su persona hasta que dio un brinco cuando sintió la mano calida de alguien sobre su hombro, podía reconocer el aroma de aquel perfume suave que inundaba sus fosas nasales, aquel que le brindaba paz en los momentos que mas lo necesitaba, momentos como esos.

-Yoongi hyung ¿Paso algo?

El nombrado niega y decide sentarse a lado del guardaespaldas, la gente que se encontraba ahí comienza a salir hasta que solo quedan ellos dos en el lugar y el silencio se hace aun mas pesado, pero sabe que no durara lo suficiente si tiene a su hyung ahí con él, dándole valor y fuerzas como siempre que se siente hecho pedazos.

-Jinnie dice que deberías ir a la cafetería del hospital y comer algo, es tarde para que tengas el estómago vacío Tae

El guardaespaldas hace una mueca de disgusto, realmente no tiene hambre ni las fuerzas necesarias para salir de aquella capilla y caminar hasta la cafetería, no quiere buscar un bocadillo, ni mascar, ni tragar, ni llenar su estómago, solo quiere estar ahí y esperar a que alguna de las tres personas por las que espera, despierte.

-Realmente no tengo hambre hyung, tal vez mas tarde

-Eso dijiste hace dos horas y luego hace una hora, te va a hacer daño estar sin probar bocado cuando estas así de preocupado

-Solo quiero esperar las noticias, en cuanto me digan que alguno despertó me iré a comer, lo prometo

Yoongi suspira y Taehyung cree que la conversación se ha terminado ahí, pero se da cuenta de que esta equivocado cuando ve a su hyung acomodándose mejor sobre sus rodillas en aquella almohadilla y frente a la figura de yeso que no hace mas que llenar el espacio vacío que hay en la pared, Yoongi mira con detenimiento todo el lugar y frunce el ceño haciendo una mueca de disgusto, nada de lo que esta ahí ayudara a nadie que se encuentre en ese hospital.

The fall of the Swan // Taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora