Desire; pjm

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Llamadas y mensajes de parte de Jimin solo recibía durante todo el día, opte por apagar mi celular, no quería nada de distracciones, tenía que presentar una exposición que iba ser muy importante para mi libreta de notas, y tenía que hacerlo bien.

Me puse a investigar sobre el tema del que iba a exponer, me ayude en libros y de la ayuda del internet, empecé a apuntar en mi libreta lo más resaltante. Me la pasé casi toda la tarde preparando mi exposición, ya al terminar ordene mi habitación que estaba hecha todo un desastre, pero el sonido de la puerta principal hizo que valla a ver.

Era mi mamá, ella estaba llorando, me alarme y me acerqué rápidamente, todos mis pelos se pusieron de punta al ver algunos moretones en su cara, su labio sangraba.

- ¿Qué fue lo te paso mamá? - pregunté con la voz intercortada.

- No pasó nada, ve a tu habitación - contestó.

- Déjame ayudarte a curarte - pedí.

- ¡Dije que te vallas Heesook! - grito haciendo que me asustara.

Obedecí y subí a mi habitación, miles de preguntas pasaban por mi cabeza, ¿Que es lo que le había pasado?.

Al día siguiente bajé ya con el uniforme puesto, a tomar desayuno pero la voz de mi mamá hizo que me quedara en el último escalón, ella estaba hablando por teléfono.

- Esto no se quedará así, eres un maldito Jorge, mira como me haz dejado - se quejó, estaba segura que en cualquier momento estallaría en llanto.

Y ahí pude comprender, Jorge le había golpeado.

Ahora me caía mal ese hombre, como pude ser posible que le haya pegado a mamá, la sangre me hervía, tenía mucha rabia.

El cielo ya había oscurecido, veía las diminutas estrellas desde mi ventana, pero al ver a mi vecino del frente subir a un auto, cerré rápidamente mis cortinas y mi ventana para sentarme en mi cama, lo menos que quería ahora era verlo.

Mamá se había quedado dormida, ella no iba a hacer nada, no le iba a poner una denuncia a Jorge, iba a callar y eso estaba mal. Agarré mi celular, busqué el número de Yoongi, no sabía si llamarlo o no, decidí hacerlo.

- Hola Heesook - habló.

- Hola Yoongi, ¿puedes venir?.

- Claro que sí, ahora mismo voy.

- Gracias Yoongi.

Colgué rápidamente, necesitaba alguien para hablar, había formado una bonita amistad con Yoongi, él me entendia perfectamente, se había vuelto una persona especial para en mi en este corto tiempo.

Veinte minutos habían pasado, Yoongi me había mandado un mensaje diciendo que ya estaba afuera. Al verlo corrí abrazarlo, lo había extrañado.

- Vamos a la cafetería del centro - habló de repente.

Asentí, me abrió la puerta de su carro para subirme y luego él. Tenía una ropa cómoda menos mal. Estacionó su auto en la cafetería, bajamos y entramos al local. Nos sentamos en una de las mesas al lado del ventana transparente.

- Buenas noches, ¿que pedirán? - habló una chica con una sonrisa.

Ambos pedimos café macchiato, la chica anotó nuestro pedido y se fue.

- ¿Estás bien? - pregunto Yoongi.

Iba a contestarle pero la voz de una chica me interrumpió.

- ¡Yoongi! - dijo casi gritando - que bueno verte - se acercó a nuestra mesa y lo abrazo.

- ¿Después de cuánto tiempo nos vemos Ashley? Pensé que estabas en Miami - sonrió Yoongi abrazándola para luego separarse y verme - Oh cierto... Heesook ella es Ashley mi mejor amiga.