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Había pasado tres semanas, en las cuales dos semanas había ignorado por completo a Jimin, la última semana solo nos veíamos para hacer lo a él solo le importaba, también en esas semanas Yoongi me había llenado de detalles muy bonitos, salíamos casi todos los días, él era muy lindo conmigo.

Las clases ya habían terminado ahora estaba en casa junto a Nam, él había venido a explicarme un tema el cuál no entendía.

- ¿Me entendiste? - pregunto guardando su libro en su mochila.

- Sí, explicas muy bien, serías un buen profesor.- le contesté.

Él solo río, y me abrazó, realmente lo amaba. Se alejó de mí para mirarme.

- Siento que te pasa algo, ¿estás bien?.- me volvió a preguntar.

En sus ojos podía ver preocupación, no podían contarle nada, no podía hablarle de Jimin, no por ahora. Solo le sonreí, tratando de convencerlo que estaba bien.

- No me pasa nada, solo tengo nervios, solo falta dos meses para que acabé la escuela, y aún ni he pensado lo que estudiaré para la universidad, no sé qué será de mi futuro...

- Oh eso, aún hay tiempo para pensar sobre que carrera estudiar, tiene que ser algo que te guste, sabes que no estás sola, me tienes a mí, ¿Sí?.

Asentí, y me volvió a abrazar.

Y así pasamos toda la tarde, charlando y escuchando música.

- Tengo que irme pequeña - se paró del mueble.

Solo asentí y lo abracé, para acompañarlo a la puerta, nos despedimos y lo ví subirse a un taxi e irse, cerré mi puerta y me metí, yendo a mi habitación.

En todas estas tres semanas había pensado en terminar con lo que había iniciado con Jimin, y aceptarle a Yoongi, no era un secreto que había quedado perdidamente enamorada de mi vecino del frente, pero él solo piensa en una sola cosa "divertirse", yo no podía seguir con todo esto, en cambio Yoongi en estas semanas me había demostrado que si deseaba algo serio conmigo. Solo quiero dejar ir ese sentimiento que tengo hacía él.

Le mandé un mensaje preguntándole si estaba en su casa, esperé unos segundos y salio en la pantalla su nombre, era un mensaje de él, me había respondido diciéndome que sí estába, le dije que si podía venir, pero el me pidio que vaya a su casa. Debía hacerlo, iría y le pondría fin a todo esto, porque me está haciendo daño.

Me puse una chaqueta para abrigarme y baje las escaleras, para ir a la puerta y salir, cruzar la pista que dividía nuestras casas. Suspiré y toqué su puerta, esperando que me abra, al instante se abrió, se hizo a un lado dándome paso.

Escuché que se cerró la puerta, para luego verlo voltearse y mirarme de pies a cabeza, seguido de esto se mordió su labio, solo vestía un pantalón negro apegado, y un polo blanco junto a una chaqueta.

- ¿Qué es lo que querías decirme linda? - pregunto, yendo a su mesa en dónde había un botella de vino.

Cerré mis ojos, mis manos temblaban, debía decirle, tenía que hacerlo, suspiré y le hablé;

- Quiero terminar con todo esto - solté.

Volteó rápidamente, me miró y llevó la copa de vino a su boca, bebiendolo de un solo sorbo.

- Eso suena como si fuéramos pareja - río - ¿Cuál es la razón por la que quieres terminar con todo lo que iniciamos? si ambos la pasamos bien.

Me mantuve calmada, iría directo al grano, así que le volví a hablar.

Desire; pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora