Capitulo 15

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Observó cómo ella se sentaba en silencio. Parecía vulnerable y eso le irritó.

Un miembro del personal de Lauren se acercó y le sirvió café.

—Gracias —dijo Camila con la voz ronca.

Aquello excitó a Lauren, que se planteó cancelar su reunión y llevarla de nuevo a la cama.

Te veré después —dijo, levantándose y ejerciendo autocontrol.

—¿Te vas? ¿Ya?

—No estoy acostumbrada a dar explicaciones a nadie y menos aún a una esposa con tendencia a chantajear —informó ella en un tono de voz duro—. Tengo trabajo que hacer.

Podía haber trabajado desde su modernísimo despacho de la villa, pero pensó que sería mejor hacerlo en su oficina de Atenas. Era la única manera en la que estaba segura de no abandonar su escritorio para ir a buscar a su recién estrenada esposa para volver a tener sexo salvaje con ella.

—¿Cuándo volverás? —preguntó ella, apartando su café mirada de Lauren.

Cuando quiera —contestó Lauren, acercándose a tomar su teléfono móvil de la mesa.

¿Y qué se supone que tengo que hacer yo mientras estás fuera?

—La forma en la que decidas divertirte cuando yo no esté no es de mi incumbencia. Estamos en Creta. Estoy seguro de que, si te fijas con detenimiento, encontrarás algún fango donde cavar. No debería representar un problema para ti, dado que tu familia está especializada en tácticas sucias.

—Estoy tratando de ser amable y tú no te esfuerzas ni un poco en serlo.

—Yo no te exijo que seas amable. No me interesa tu personalidad ni lo más mínimo. Sólo te exijo que te desnudes y que te tumbes en mi cama cuando te lo requiera. Eso, agapi mu, es lo que espero de nuestro matrimonio y de ti. Tú elegiste este matrimonio y creaste las normas.

—No creía que quisieras decir…

—Está claro que hay infinidad de cosas en las que no pensaste. Si te sirve de consuelo, esa falta de atención a los detalles es sorprendentemente común, incluso entre reputadas mujeres de negocios. Es la razón por la que yo siempre gano. Te das cuenta; yo sí que pienso las cosas.

Lauren se inclinó para tomar su chaqueta y ella la tomó del brazo.

—Espera. Antes de que te vayas hay algo que necesito preguntarte.

Al sentir los delicados dedos de ella agarrándola, una ráfaga de lujuria le recorrió el cuerpo a Lauren, lo que provocó que se enfureciera mucho más.

—Mi piloto está esperándome.

—¿Ocurrió aquí? —preguntó Camila con voz tenue—. Necesito saber si fue aquí donde murió mi hermana.

Lauren dudó un momento para luego apartar el brazo de la mano de ella.

—Tu hermana murió en mi villa de Atenas. Nunca la traje aquí.

Exhausta al no haber descansado lo suficiente, se bebió su café y pensó en lo que iba a hacer aquel día.

Oyó cómo despegaba el helicóptero y se quedó mirando el precioso cielo azul.

Se alegró de que ella se marchara. Pasó el día tranquilamente, paseando por los jardines de la villa y dándose un chapuzón en la fabulosa piscina de Lauren.

Joyas del Corazon(Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora