Capitulo 5

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Lauren esperó en el aula magna, observando con el ceño fruncido cómo entraban los alumnos. Sin excepción, la miraron todas las mujeres, pero ella las ignoró y centró su atención en la puerta principal.

Estaba esperando a la doctora Cabello.

El encuentro que había tenido con ella el día anterior le había dejado más enfadada y frustrada de lo que recordaba haberse sentido nunca; no estaba acostumbrado a que le pusieran en duda ni a que le retaran, y Camila Cabello había hecho ambas cosas.

De hecho, le había acosado de tal manera que había conseguido que ella casi le contara la verdad sobre su hermana y sólo una monumental autodisciplina le había impedido hacer algo tan estúpido. Revelar la verdad sólo acarrearía sufrimiento a la familia Jauregui. Si Camila Cabello les contaba a los medios lo ocurrido, el desagradable embrollo se haría público. Y eso ya había ocurrido antes, habiendo tenido consecuencias desastrosas…

Pero se prometió a sí mismo que no ocurriría de nuevo. Ella lo iba a impedir. Tenía el control de la situación y pretendía seguir teniéndolo.

Una vez recuperara el diamante Brandizi, el desagradable episodio se cerraría y su relación con la familia Cabello terminaría. No podía esperar a que llegara ese momento. Era cierto que las dos hermanas eran completamente diferentes, pero la mayor era tan poco apetecible como la menor, aunque por diferentes razones.

Y, en aquel momento, incluso llegaba tarde a su propia clase.

Cuando por fin llegó, estaba un poco despeinada y llevaba consigo muchas carpetas. Parecía agitada y Lauren se percató de que cuando se subió al atril le temblaba la mano.

—Me disculpo por haber llegado un poco tarde…

La voz de Camila tenía un componente extremadamente femenino que hizo que la lujuria se apoderara Lauren.

Irritada y sorprendida por aquello, se sentó de manera diferente para tratar de calmarse. No entendía por qué reaccionaba de aquella manera ante una mujer como Camila Cabello, que no era el prototipo de mujer femenina que le atraía a ella. Si no supiera que era hermana de Sofia, nunca lo habría creído.

Aunque posando su mirada en los protuberantes pechos de la doctora, pensó que había que admitir que tenían algunas cosas en común. También pudo observar que su silueta era muy frágil, como había sido la de su hermana.

Pero al recordar la manera en que lo había desafiado el día anterior sonrió burlonamente; no había habido nada frágil en el modo en que se había comportado.

Al percatarse de que el resto de los alumnos estaban atendiendo a la doctora con mucha atención, ella se forzó en hacer lo mismo y se sorprendió a sí misma ya que se quedó ensimismada atendiendo la lección sobre cerámica griega.

Camila estaba dando la clase sin notas y hablaba con un apasionamiento que dejaba claro su amor por la materia. Cada vez que se movía, su pelo se soltaba un poco más del moño que llevaba hasta que éste se deshizo por completo y su pelo cayó libre sobre sus hombros.

Al hacer una pausa para tomar aliento, miró el reloj y se dio cuenta de la hora.

—¡Como de costumbre termino más tarde! Ya hemos acabado por hoy… Aquí tengo unos apuntes por si alguien los quiere… y no os olvidéis de que hay más ejemplos en el museo, si os da tiempo a mirarlos antes del viernes.

Su pelo castaño le caía en rizos sobre los hombros y Lauren observó la transformación con fascinación; ya no parecía una arqueóloga sería. En vez de ello parecía… ¿una mujer?

Pero estaba claro que a ella le molestaba su pelo ya que tomó el broche para volver a arreglárselo en un moño, pero la interrumpió un estudiante que se acercó a preguntarle.

Joyas del Corazon(Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora