Capitulo 17

25.5K 1.2K 89
                                    

Lauren se quedó mirando el famoso fresco del delfín, preguntándose qué demonios estaba haciendo, si finalmente había perdido la cordura.

Tenía muchísimo trabajo, pero aun así había decidido tomarse un día libre para enseñarle a su esposa el palacio de Knossos. Pero ésa no había sido la única acción discutible que había realizado. La semana anterior no había podido concentrarse en el trabajo y había vuelto a casa antes de lo previsto con el único propósito de llevar a la cama a Camila.

La química que había entre ambas era positiva; aunque ella no era su prototipo de mujer, la encontraba extrañamente adictiva.

—Es fascinante, ¿verdad? Tiene cuatro alas alrededor de la parte central, que es el núcleo de todo el complejo —los cafés ojos de Camila brillaban excitados. Iba vestida de manera sencilla.

Lauren sonrió ante la ironía de todo aquello. A las mujeres con las que normalmente había estado lo que les divertía era ir a las boutiques y que ella les comprara ropa.

¿Lauren? —dijo, sonriéndole—. ¿No te parece fascinante?

Lo que a ella le parecía fascinante era Camila. No se parecía a nadie que ella hubiera conocido.

—Eres una mujer muy atípica.

—¿Qué quieres decir? —Camila sonrió, titubeante.

Quiero decir que te he comprado toda la ropa que había en una boutique cara y tú eliges llevar lo mismo casi cada día. Pantalones y camiseta.

Camila se ruborizó y se miró, sintiendo cómo la inseguridad se apoderaba de ella.

—Yo… la ropa es preciosa. Gracias. Supongo que no soy muy buena combinando la ropa.

—¿Por qué? —Lauren la tomó de la barbilla, forzándola a mirarla—. ¿Por qué no tienes confianza en tu aspecto?

—Oh… —ella frunció el ceño levemente, como si nunca antes hubiese considerado aquello—. Porque sé que no soy guapa y no acierto al elegir qué ponerme. Mi madre siempre solía hacer un gesto de dolor cuando me miraba. Fuese lo que fuese lo que yo llevara, siempre entornaba los ojos y me decía que tenía muy mal aspecto…

—Las familias son responsables de muchas cosas.

—¿Lo son en la tuya?

—Mi familia es tan disfuncional como cualquier otra —respondió ella, frunciendo el ceño al recordar a su padre.

—Nunca me has hablado de tu familia.

Lauren se quedó mirándola, percatándose de todos los detalles íntimos que compartía con ella. Pero ella nunca hablaba de su familia y si algún día elegía hacerlo no sería a la hermana de Sofia Cabello.

—No hay nada que contar. Pero si no sabes cómo vestirte conjuntada, puedo hacer que alguien vaya a ayudarte a aprender a hacerlo.

—¿Harías eso por mí? —preguntó ella con los ojos abiertos como platos.

—¿Por qué no? —Lauren se encogió de hombros—. Me gustaría verte llevar otra cosa que no sean pantalones. Tengo una amiga en Atenas que puede ayudarte. Pondré mi avión a su disposición y puede venir a pasar una tarde contigo.

—Gracias —Camila sonrió tímidamente—. No me vendría mal alguna información sobre la moda.

«Información». Sólo Camila podría convertir la moda en algo para estudiar.

Joyas del Corazon(Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora