Joyas del Corazon(Camren)

Capitulo 22

Camila asintió con la cabeza, sintiéndose enormemente culpable y sin poder pensar claramente.

—Si eso es lo que quieres.

—Lo es. Estás pálida y pareces agotada —dijo, dirigiéndose hacia la puerta—. Vete a la cama. Haré que te traigan la cena en una bandeja y convenceré a mi familia de que no pasen la noche aquí.

—Espera… —sintiéndose repentinamente desesperada por compensarle, se levantó de la cama y se acercó a ella—. Tenemos que hacer algo para reparar la situación. Te daré el divorcio.

—Ya te lo he dicho antes. Desafortunadamente mis abogados son los mejores. El acuerdo que ambos firmamos es irrebatible. Te guste o no, estamos casadas, agapi mu, durante dos años, justo como tú querías. Para los ojos del mundo estamos casadas y yo no tengo ningún deseo de ver aún más escándalos cerniéndose sobre mi familia —dijo, mirándola a los ojos.

En aquel momento era cuando se suponía que ella debía decirle que podía ver a más mujeres, pero no era capaz de decirlo y de repente supo por qué.

No lo podía decir porque no quería que ella viera a otras mujeres.

Pero no para castigarla, sino porque la amaba.

La amaba muchísimo.

Darse cuenta de ello la dejó sin palabras. Ella la miró impaciente y después salió de la habitación, cerrando la puerta tras ella…

Camila no durmió nada durante la noche, preguntándose dónde estaría durmiendo Lauren y qué estaría pensando. Al saber la verdad sobre Sofia, se sentía muy avergonzada y extremadamente culpable.

Absorta en sus pensamientos de cómo podría comenzar a reparar el daño que su familia le había hecho a Lauren, tardó unos minutos en percatarse de que ella estaba de pie al lado de la cama.

—Vengo a pedirte perdón por mi comportamiento de anoche.

—¿Tu comportamiento? ¿Por qué te tienes que disculpar?

—Le eché todas las culpas de lo que pasó a tu hermana, pero la verdad es que mi padre también fue responsable de lo ocurrido. Mi padre siempre ha tenido un problema con la fidelidad. Tu hermana no fue su primera aventura amorosa.

—Lo que hizo mi hermana estuvo muy mal.

—Pero ella ya había perseguido antes a otros hombres que la rechazaron. Se habían dado cuenta de lo que era. Mi padre podía haber hecho lo mismo —dijo Lauren, mirándola a los ojos.

—No tienes nada de lo que disculparte. Yo soy la que debería disculparme; por ambas, por Sofia y por mí.

—Disculparme es una experiencia nueva para mí y no estoy segura de que me guste, así que… ¿por qué no nos olvidamos del comportamiento pasado de nuestros parientes y seguimos adelante?

¿Seguir adelante? ¿Cómo podrían seguir adelante cuando ella le había forzado a un matrimonio que para Lauren era abominable?

—Desde luego —Camila sonrió lánguidamente.

Durante un momento ella se quedó mirándola, como si hubiese algo más que quisiese decirle.

—Me tengo que marchar. Tengo una reunión en Atenas y mi piloto me está esperando —dijo finalmente.

—Sí, claro —dijo ella, preguntándose si no podría haber pensado en algo más original que decir—. Ten un buen día.

Cuando Lauren regresó por la tarde, cenaron en la terraza que daba a la playa privada.