Era desgarrador lo que tus ojos estaban presenciando, el demonio de aspecto monstruoso devoraba sin culpa a esa pequeña niña de ojos celestes. El de cabello melocotón salió de entre los arbustos cortando varios brazos en el trayecto, haciéndole frente con una valentía envidiable.Su mano derecha blandía su katana con fuerza y su mano izquierda estaba frente a unos arbustos como si los estuviera protegiendo de aquel demonio.
- ¡Cuidado! - Gritaste pero ya era tarde, el cuerpo del chico fue interceptado por el demonio.
Aplastó su cabeza de un solo movimiento dejándote horrorizada y entonces con la ira corriendo por tus venas te lanzaste hacia él, esquivando velozmente sus ataques intentando llegar a su cabeza para darle fin a su reinado de terror.
No lo lograste.
Pues de un manotazo te mando muy lejos, aterrizando en unos arbustos con tu corazón latiendo a mil por hora. Cuando te ibas a levantar a seguir con la pelea un pequeño quejido llamó tu atención.
Lo viste. Un cuerpo unos centímetros más grande que el tuyo descansaba a solo unos metros de ti, lo entendiste.
El de cabellos melocotón lo estaba protegiendo a él.Mordiste tu mano para evitar escapar los sollozos y que el demonio los escuchará. Su tez pálida estaba manchada por el polvo y la tierra, un hilo fino de sangre salía de su boca, se veía tan pacífico.
Le prometiste al cuerpo del melocotón sin vida protegerlo desde ese día, sin importar que. Aunque te costará tu propia vida.
Caminabas tranquilamente por la montaña, no llevabas la cuenta de cuantos demonios habías asesinado pero poco te importaba.
- Llegas, sobrevive y te vas. - Te habían ordenado.
Tus objetivos eran claros, llegarías sana y salva y con suerte recibirías un "felicitaciones" de parte de tu maestro.
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Preferencias | Kimetsu No Yaiba
RandomEste libro es para los que sienten, para aquellos que se pierden, pero sobretodo, es para los que se encuentran perdiéndose en alguien más. Todos los personajes de Kimetsu No Yaiba pertenecen a Koyoharu Gotouge, su respectivo creador.