Preferencias | Kimetsu No Yaiba

Pick Up Lines

¿Que piropo te dirían?

Giyu Tomioka

" Tus ojos son como dos faroles que iluminan mi camino. "

El adorable estudiante de ojos oceánicos de vulgar no tenía ni un pelo. Se fue por un piropo agradable y en cierto punto halagador, lo romántico le salía en automático si de ti se trataba. Y es que pero que bobo lo traías, solo hacía falta observar lo fascinado que se veía con tu presencia para saber que estaba encantado contigo, aunque todo te lo dice con algo de vergüenza y claro, esperando un pequeño beso a cambio.

Iguro Obanai

" Eres el arcoíris en mis peores días de invierno. "

El también eligió un piropo que no tuviera nada que ver con el físico, porque a sus ojos eso pasaba desapercibido por completo. Atesoraba cada momento que pasabas junto a él cuando sus demonios le consumían. Aunque fuera un ogro con todos los demás se esforzaba mucho por tratarte como merecías, después de todo eres su pequeña princesa. Siempre te dice ese tipo de cosas con nervios, casi como si fueras a correr aterrada de él, obviamente eso nunca pasa.

Kyojuro Rengoku

" ¿Me podrías decir en donde esta la tierra? ¡Es que desde que te conocí vivo en las nubes! "

No había un hombre más leal y fiel que el mayor de los Rengoku. Y como le encantaba pavonearse delante de ti lo mucho que lo traías loco. Los ojos de amor con los que te veía eran las vistas más dulces que habías tenido en tu vida, todas las palabras que salían de su boca parecían poesía pura y no titubeaba cuando te declaraba su amor receso tras receso porque sí, tanto te amaba que no podía evitar llenarte de cumplidos y halagos día tras día. Sabes bien que el rubio de puntas rojas te pertenece de pies a cabeza.

Mitsuri Kanroji

" ¡Empecé a escribir un libro sobre las maravillas del mundo y eres la primera y única en la lista! "

De parte de la pelirosada cumplidos y halagos nunca te habían hecho falta, se encargaba de día con día hacerte saber lo mucho que te amaba. Te lo decía con una sonrisa radiante, llena de emoción y ansias de comunicarte a ti y al mundo entero todo el amor que sentía por tu adorable persona.

Muichiro Tokito

" Me encanta todo de ti, menos que no estés conmigo... "

El pequeño mentolado solía ser algo penoso si de esas cosas se trataban por lo que te diría un piropo tímido que casi sonaba como una súplica. No había nada en la tierra que amará más que pasar su tiempo contigo, tanto que al terminar de la clase salía corriendo en busca de tu salón para una vez más estrujarte entre sus brazos relajandose por fin gracias a tu cercanía. Se ponía algo ansioso si tu no estabas cerca.

Shinobu Kocho

" ¿Te importa si te miro un rato? Quiero recordar tu cara para verte en mis sueños. "

Te solitaría un atrevido piropo sin escrúpulos y de frente. Observando con diversión tu cara atomatada y los lindo balbuceos que salían de tu boca tratando de formular alguna palabra coherente. Su gusto culposo es avergonzarte, alega que te ves irresistible de esa manera.

Sanemi Shinazugawa

" No te deseo buenas tardes, te deseo toda la vida."

El albino de cicatrices si que sabía dejarte sin palabras con solo abrir la boca, la manera lenta y seductora con la que lo dijo había sido la razón por la cual tu cordura había sido hecha a un lado. Y es que el pequeño piropo se podía interpretar de muchas maneras y esa era la exacta razón por la que había decidido decírtelo. Se fue con una sonrisa traviesa dejándote atrás, sabiendo que cual fuera la manera en la que habías interpretado su elogio había atinado a dejarte muda como solo el sabía.

Uzui Tengen

" Besar es el lenguaje del amor, ¿Te importaría comenzar una conversación conmigo? "

Tan directo que consigue acalorizarte y suspiros sacarte. Una propuesta bastante directa y que tampoco te podías dar el lujo de rechazar. El semblante coqueto que tenía al decirlo le daba el toque de emoción que tu día necesitaba. Quizás sucumbieron a sus deseos a raíz de esa pequeña frase.

Gyomei Himejima

" No hay piropo en el mundo que le haga justicia a tu belleza. "

El joven Himejima creía fielmente en que ni el mejor cumplido del mundo podía ser para ti. Defendía a capa y espada el hecho de que eras el ser más perfecto y que ningún piropo podía usarse contigo pues estos eran demasiado poca cosa para ti. El de ojos peculiares te tenía en un pedestal inalcanzable y te dijo aquel cumplido entre lágrimas, tomando tus manos con las suyas dejando expuestos todos los sentimientos que tenía por ti.