Capitulo 14.

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- ¡Amiga desde cuando sos una súper estrella! – me dijo Natalia, sin saber que me estaba salvando de no uno, sino de dos encuentros incomodos.

- Ja ja ja, cállate tarada – le dije a Nati y la abrace, aprovechando a decirle al oído – Por favor no me dejes sola ni con Fran, ni con Ian, son dos conversaciones que no quiero tener.

- ¡Entendido amiga! – me dijo ella sonriéndome y pude respirar en paz, porque sabía que no me iba a dejar sola, se convirtió en mi perra guardián.

Nos alejamos un poco del escenario, cerca de la barra para pedir una coca cola, ya que no tenía más alcohol en mi tarjeta. Mientras pedía mi vaso, me fije que tanto Ian como Fran estaban cerca pero no se animaban a enfrentarse a mí. Podía sentir sus miradas calvadas en mí, como dos halcones esperando atacar a su presa. A la vez podía ver también como cada tanto se ojeaban entre ellos. Estaba metida en un buen lio. Haber cantado esa canción había sido un mensaje para los dos. ¡Maldita la hora que se me ocurrió cantar! Me tendría que haber quedado callada y humillada.

Eran casi las 05 de la mañana y yo seguía prendida a Natalia. Sabía que se estaba acercando el momento que ella se fuera y no me iba a quedar más remedio que buscar a Ian y volver a casa.

- Marie, libérame por favor me estoy durmiendo y estoy harta de tomar coca cola.

- Bueno, ve a dormir.

- ¡Gracias! - me dijo ella dándome un sonoro beso en el cachete y desapareciendo de mi vista.

Camine hasta la ropería a buscar mi abrigo, cada paso que daba pensaba en poder ir a dormir a un hotel. Me puse mi tapado y salí a la calle, cuando el viento fresco me pego en la cara, una idea disparatada se cruzó. Tome mi celular y envié un mensaje del cual me arrepentiría seguramente al dia siguiente de mandar.

"Tenes razón Mat. Nos merecemos una charla."

El mensaje fue enviado y al instante fue leído. ¿Por qué había hecho esto? Odiaba mi manía de auto boicotearme. ¡Prefería tener una conversación a las 05 de la mañana con el hijo de puta de mi ex, a tener que enfrentarme con cualquiera de los chicos que hoy ocupaban mis pensamientos! El celular sonó y mi corazón se detuvo. Me había contestado, lo abrí con el corazón latiéndome a mil.

"¿Dónde estás?"

Yo simplemente le envié mi ubicación actual, sin responderle nada. Camine un par de pasos hasta la esquina y desee tener un cigarrillo para calmar mis nervios. Sonó el celular nuevamente y tuve la respuesta que menos quería leer.

"Quédate donde estas, voy para ahí"

Me odie profundamente, la estupidez corría por mi sangre. ¿Dónde había dejado escondida la mujer empoderada que decía ser? No puedo creer que acabo de condenarme a tener la conversación con Mat que tanto había querido, a las 05 de la mañana, vestida con una pollera de cuero y seguramente con el maquillaje corrido. Me iba a pasar a buscar por la puerta del club fetichista que obviamente el conocía. Y todo esto porque no me animaba a subirme al mismo auto con Ian. Irme a un hotel hubiese sido una mejor opción.

- Marie - me dijo una voz que no quería escuchar.

- Fran, no es el momento ahora, de verdad..

- Te conozco, si no hablamos ahora, no hablamos nunca más.

- No tengo ganas que me humilles.

UNA ULTIMA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora