Capitulo 13.

941 50 12
                                    

Me quede helada y muda ¿Cómo se le ocurría hacer algo así? Lo veía buscarme entre la masa de público que tenía a sus pies, instintivamente me escondí atrás de la enorme espalda de Fran. El comenzó a entonar un tema suyo, que yo muy bien conocía.

Lo irónico de toda la situación, es que yo esperaba una especie de declaración de "amor" pero en cambio recibí una canción muy extraña. Es más cuando llegara a mi casa buscaría la letra en google y analizaría palabra a palabra. Lo único que si me quedo claro, es que Ian no sentía absolutamente nada por mí.

Me deje de esconder atrás de Fran y di la cara al idiota de mi amigo, que cantaba su hit "mejores amigos", maldita ironía. Antes de comenzar el estribillo nuestros ojos se encontraron:

- Espero que nunca olvides que somos mejores amigos
Y ya empezaron los rumores entre los vecinos
No quiero darte falsas ilusiones (No)
Esto es un juego después, no me llores
Y si te duele dime de una vez
No quedarán rencores (No)

Soldado advertido no muere en guerra
Por algo Cenicienta nunca se queda
Tu corazón peligra a media noche
Si te lo rompo quién lo cose
Espero que no te enamores,
No te enamores

- ¡Hijo de Puta! – dije yo decidida a no permitir que esta humillación quedara así. Fran me miro entre curioso y divertido. Comencé a dar un par de pasos hacia el escenario para buscar mi redención, cuando ya me había alejado un par de pasos, sentí una mano tomarme fuerte del codo.

- No hagas o digas algo de lo que después te arrepientas Marie – me dijo Fran sabiendo que había entrado en una curva de rabia, y el bien sabía que cuando eso pasa, no tomo las mejores decisiones.

- Tranquilo, a esta estrellita hay que bajarle un poco los humos.

- ¿Me vas a contar que pasa entre ustedes dos? – no entendía porque estaba tan empeñado en saber que había entre Ian y yo. Sobre todo sabiendo que yo sentía algo por él, ¿Por qué él sabía lo que a mi pasaba con él, verdad?

Me tome un par de segundos antes de responder, para no escupirle en la cara lo primero que pasara por mi cabeza. Los ojos verdes de Fran mirándome tan intensamente, me hicieron olvidar completamente mi búsqueda de despecho que hasta hace unos instantes estaba decidida a hacer. No quería hablar de Ian con Fran, quería hablar de nosotros, de lo que pasa entre los dos. Siempre dijimos que somos un "algo". Por lo menos eso era lo que decíamos antes de haber escapado a Barcelona, tal vez ahora para el ya no éramos algo y nos convertimos en solo amigos. Necesitaba saber en qué estado estaba nuestra relación. Así que sin más le pregunte:

- ¿Vos y yo... seguimos siendo algo Fran?

No estaba preparada para recibir la mirada que me dio. Sin necesidad de responder con palabras entendí perfectamente que ya no éramos eso. Ahora éramos solamente amigos. Casi escuchaba claramente su cabeza planear, buscando las palabras correctas para partirme el corazón (sin saberlo) por segunda vez.

- Marie .... – me dijo él, mientras que me acariciaba el brazo, como preparándome para que lo próximo que me fuera a decir no me doliera tanto, pero yo no estaba dispuesta a escuchar lo que me tenía que decir. Prefería simplemente hacer de cuenta que nunca le había preguntado nada.

- No digas nada Fran, tengo que ir a apagar cierta estrella. Permiso

Sin que pudiera impedir mi partida, me aleje lo más rápidamente posible de su agarre. Mierda, me dolió, pero no tanto como creí que iba a doler. Sacudí mi cabeza para intentar despejar mis pensamientos sobre Fran y solo enfocarme en como dejar en ridículo a Ian Shaff. Ya al costado del escenario, el seguía terminado de entonar el ultimo estribillo de la peor canción de la historia, con su sonrisa de rockstar. Había dos enormes seguridades en la escalera para subir al escenario que me impedían (por suerte) que subiera a darle su merecido al idiota ególatra.

UNA ULTIMA VEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora