UNA ULTIMA VEZ

Capitulo 17.

Con una agilidad y sigilo digno de una experta ninja, entre a mi casa sin hacer el menor ruido. Tenía una especie de miedo irracional a encontrarme con Ian y tener que tener "la charla". Nadie quiere tener la charla cuando no sabe que decir, y la verdad es que yo no sé cómo sentirme con respecto a lo qué pasó.

Tuvimos sexo, es verdad que sin saber que éramos nosotros, pero antes de que aquello pasara de todas formas habíamos tenido un acercamiento extraño, que por suerte interrumpió Nati.

Me acosté en mi cama, con la ropa puesta, ni me saqué los tacos. Me puse mis auriculares y me puse a escuchar a Ian, ya se... masoquista de mi parte, pero creo que no lo conozco aún del todo, por lo qué tal vez escuchar sus canciones a lo largo de los años, me puede dar una pista de quién es Ian Shaff. ¿Se enamoró? ¿Le rompieron el corazón o fue el que lo hizo?

Luego de escuchar unas cuantas canciones suyas me di cuenta que sus canciones dicen mas de uno mismo que de el, cada canción que escuche me sentí identificada. Y esta noche, después de haber tenido "la charla" con Mat (en la cual si sabía que quería decir), una canción de Ian me había llegado al corazón. Puso en una canción exactamente lo que sentía en ese momento y lo que siento ahora.

No pude evitar tomar una guitarra olvidada, que alguna vez aprendí a tocar y dejar que la música me invada y me ayude a estar mejor.

- Yo ya me olvidé del nombre de tu perro
Y de esa despedida en la estación
Y aunque mi dolor jure que aquí te espero
Otra boca un beso me robó
Y eso que tú tanto dices que te debo
Se lo llevó
No vengas a cobrarme porque no te debo
No te debo nada, uh-oh (hey)
Ya entendí que no te quiero
No te quiero nada, uh-oh (hey)
Y aunque te extrañé
Ya ha pasado tanto tiempo, que te olvidé
Porque quien pegó primero
No es siempre el que gana, uh-oh (hey)
Yo intenté salvar todo este amor con hielo, y se murió

Mientras que cantaba y saltaba con la guitarra, no me di cuenta que un intruso me miraba desde la puerta con una sonrisa en la cara. ¡Le había dado un espectáculo!

- Para no ser mi fan, conoces muy bien mis canciones.

Si voz me dejo en jaque, no me había dado cuenta que estaba allí, mirando mi catarsis digna de una adolescente de 17 años y no como una mujer de casi 30 años. Aunque en realidad la música tiene ese poder de transformar y esta noche/ madrugada me había convertido en una adolescente despechada.

Y frente a mi estaba el cantante del momento, ¿que mejor despecho que ese? Hace casi dos años cuando Charles me dejó meses antes de la boda, mi despecho había sido helado de dulce de leche granizado y robarme al tinder de la vecina. Este año tranquilamente mi despecho podría ser Ian Shaff. Por lo que elegí mis próximas palabras  con mucho cuidado, tenía mis manos la noche que necesitaba. Una parte de mí, muy pero muy en el fondo me decía ¿estás segura que quieres hacer esto Marie Ann? ¿Segura que mañana no te vas arrepentir? Elegí ignorar esa vocecita dentro mío y contestarle:

- ¡Me atrapaste! - Lo miré divertida y luego agregué - No te haces una idea de la cantidad de postes tuyos escondidos en el fondo de mi ropero...

- Espero que no seas de esas fans raras que usan mis fotos para.... Vos me entendes - me dijo el, y luego en voz baja me dijo - tocarse, sobre todo porque vos podes hacerlo con el real.

- Querido , la imaginación siempre supera a la realidad - le dije yo con una sonrisa, pero agregué - e mi Ian imaginario está muy bien

- ¿Así que fantaseas con esta estrella ? - dijo refiriéndose a él en tercera persona. Al parecer sólo era la única que tenía esa manía de hablar de una misma en tercera persona

-No niego ni admito dicha acusación - le dije yo, dándole la espalda mientras que dejaba la guitarra en mi cama.

-  ¡No sabía que podías tocar la guitarra!

- ¿Ahora vamos a hablar de mis dotes artísticos y no de lo qué pasó hace unas horas? - le dije yo aún sin mirarlo a la cara, no se de donde había sacado esta valentía.

- Pensé que habíamos quedado en que eso no había pasado- me dijo el serio ¿será que se arrepiente?

- Habíamos quedado en eso si, hasta que te subiste a un escenario y me cantaste una canción, que venga al caso, no es la típica canción románica... - le dije yo haciendo referencia a su momento en el escenario.

- No pensé que quisieras que te cantara una canción romántica - me dijo el mientras que caminaba hacia mi cama y tomaba la guitarra - Por suerte lo puedo remediar

- ¡No quiero una canción romántica! , no quiero ninguna canción Ian

- ¿Entonces que quieres?

- Por ahora sólo que me trates como un jefe trata a su empleada (con la cual se lleva bien) - le dije yo.

Admito que no tenía ningún sentido lo que estaba diciendo, pero ni yo entendía lo que pasaba por mi mente. Hace un rato quería que usara su lengua en todos los lugares escondidos de mi cuerpo, pero ahora lo queria afuera de mi cuarto.
El me miro a los ojos, no se notaba enojado o incómodo, es lo que me gustaba de él, yo era una montaña rusa de emociones pero a él parecía no importarle, es más puedo apostar que hasta le divertía.

- Perfecto , mañana necesito a Roberta Sanchez, mi asistenta personal, pues tenemos que ir al canal.

- ¿Ya mañana?

- ¡Si! Te dejo descansar- me dijo el saliendo por mi puerta, pero antes de irse completamente se giró y me dijo - Las pelirrojas son mi perdición, ya quiero conocer a la dulce Roberta. Tal vez ella si se la juega y  no quiera hacer como si nada hubiese pasado...

Dicho esto salió por la puerta. Suspiré profundamente y me fije la hora, casi eran las 6 de la mañana, esta noche/madrugada había sido una locura. A veces me pregunto si existe algún ser superior que se encarga de guiar nuestras vidas, de irlas escribiendo, seguro a mi me toco una escritora de novelas románticas pedorras, sino nada de lo que me pasa tiene explicación.

Mañana Roberta cobra vida.

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Un capítulo corto y al pie !

Las quiero leer , muchas gracias por los comentarios y las esterillas. Me ayudan para que estas historias le lleguen a mas personas.

Les lov u