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Una vez sus hermanos salieron de su habitación la chica se dispuso a soltar todo el aire que en esos momento había retenido.
Pasó una mano por su cabello con frustración y avanzo hacia donde la luz de noche había caído – . ¿Sabías que observar a las personas cuenta como acoso? – Preguntó a la nada mientras se agachaba para tomar la lámpara entre sus manos.
Cuando aquella pregunta salio de sus labios un ruido se escuchó a sus espaldas: – ¿A pesar de qué fue por tu seguridad? – Preguntó tratando de justificar su acción el enmascarado.
La chica se volteó a verlo – ¿Seguridad? – Preguntó atónita dando unos pasos hacia al frente para acercarse a él – ¿Acaso crees qué sentir miedo por creer que te observan es seguridad?, ¿No poder dormir en las noches sintiendo ruidos a las afueras de mi ventana? ¿Ruidos en la puerta trasera cuando trabajo? ¿Apurarme para llegar a casa por qué siento que me van a hacer algo? – Se acercó completamente hacia el enmascarado – ¿Eso es seguridad según tu?.
El joven frente a ella calló, dando con su silencio la respuesta que ella necesitaba:
Asintió con la cabeza – Eso pensé – Dijo para si misma pasando por el lado del anónimo hombre con traje.
El igual se volteó – Lo siento mucho, jamas pensé que mi acción te estaba haciendo sentir todo eso – Se disculpó acercándose a la joven.
– Te pediré que te vayas por favor – Pidió la joven pasando nuevamente por su lado para llegar hacia la ventana, pero cuando se disponía a tomar la cortina una telaraña fue pegada en su mano.
