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Alguien entre las sombras de la noche observaba, como aquella joven de cabello oscuro caminaba, a su lado un pequeño niño saltaba de felicidad con el tarro de papas verdes que su hermana le prometió comprar.
Alice llevaba con una mano agarrada la mano de Aron, mientras que con la otra llevaba el gran cartón piedra que para su maqueta necesitaba: La chica miró a su hermano confundida al momento en que este se detenía – ¿Qué sucede? – Preguntó agachandose a su altura.
– ¡Spider-Man! – Gritó Aron señalando el techo de uno de los edificios, la joven se dio vuelta mirando aquel lugar señalado por su pequeño hermano y frunció el ceño al no ver nada.
Después de buscar con la mirada, sus ojos se posaron en un grafitti que había de dicho superhéroe que Aron admiraba: La chica volteó a verlo nuevamente – Es un bonito dibujo, ¿Verdad? – Se ponia de pie mientras preguntaba.
– ¿Dibujo? – Preguntó confundido el pequeño mientras volvía a tomar la mano de su hermana.
La chica asintió – Si, ese de haya – Le señaló el grafitti – Eso habías señalado – Agregó la joven.
Aron frunció el ceño – Yo no señale eso – Respondió haciendo que Alice lo mirara con confusión.
– ¿Entonces que señalaste al momento de gritar? – Preguntó la joven mirando a ambos lados de la calle antes de cruzar.
