♰ Capítulo 7 ♰

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Primeras misas y reencuentros efusivos

Maia Walker

Al parecer Los Stein no la tenían fácil para encajar en la reunión dominical de la iglesia. 

Al parecer los rumores se habían extendido y llegado a todos los miembros de la iglesia. El llegar a la iglesia fue muy sorprendente. Heist me esperaba afuera y cuando baje del carro me dirigí a él, entramos juntos y todos los miembros de la iglesia posaron sus ojos en nosotros. 

Pero a mí no me veían mal, como pensé, solo veían mal a Heist y eso me parecía terrible. Estaban siendo prejuiciosos y juzgaban sin siquiera conocer.

Yo no lo conocía del todo y por eso mismo no lo podía juzgar, y aunque lo conociera, no era mi labor el juzgar a una familia entera. 

Leigh estaba con los otros dos hermanos quienes se acercaron a saludarme, bueno, me saludó Kaia y Frey asintió. 

Lo que me agradó y debía haber dado una mejor impresión a todos, era el hecho de que se vistieron más recatados, de acuerdo a nuestras costumbres, para venir a la iglesia. Eso mostraba, para mí y mi familia, una intención de querer integrarse. 

El líder les dio la bienvenida en su sermón y nos agradeció a Leigh y a mí por ayudarlos a integrarse. Obviamente eso trajo aún más atención a ellos y por consecuente a nosotras. 

Le había preguntado a Heist si se sentía más cómodo si nos sentábamos con sus hermanos pero se negó y aceptó sentarse con mi familia. Yo agradecí por ello, estaba acostumbrada a sentarme con mi familia. Estábamos en la primera fila junto con la familia del líder, sus hermanos y Leigh en la segunda fila. Sentía una mirada en mi nuca, ya la había sentido muchas veces, en realidad todas las veces que venía a la iglesia, la mirada era de Leigh, pero esta vez era más fuerte. La mirada de mi compañera de iglesia era mucho más fuerte y me llegó a incomodar de sobremanera haciendo que me retorciera en mi asiento consiguiendo que Heist me mirara curioso. Al ver cómo tocaba mi nuca y trataba de quitarme de su profunda mirada, él volteo a la fila de atrás, dándose cuenta de qué mirada me incomodaba. A la misma vez, Matt se dio cuenta, no era la primera vez, pero esta vez era más incómodo, no me sentía tranquila. No sabía el porqué de este cambio y la mirada más cargada de mi contemporánea, pero me impacientaba el hecho de no sentirme cómoda ni siquiera en la iglesia. 

Al parecer, incluso el líder se dio cuenta de mi incomodidad y miró a la fila de atrás, dando una mirada sospechosa, haciendo que me sintiera aliviada al quitar esa mirada de mí.

Salimos de la iglesia al patio de atrás para la pequeña media hora de charla libre que solíamos tener después de cada sermón del domingo. La iglesia ofrecía bocadillos y algunas bebidas. 

Heist y yo nos acercamos a la barra de comida en un silencio cómodo.  

-Debo admitir que eso no estuvo mal - admite Heist, yo río levemente mientras agarro un sándwich.

-Me alegro que te haya gustado, con el tiempo te acostumbrarás más - le doy una mordida a mi sándwich - eres libre de agarrar lo que quieras, te recomiendo los rollitos de canela, no es por hablar bien, pero están riquísimos - alago a los rollitos de canela. Él me ve sospechoso y me da una leve sonrisa ladina.

-Habrá que comprobar - dice y coge uno para darle una mordida, hace un gesto de satisfacción - están muy ricos, ¿Quién lo hizo? - pregunta curioso 

-No es por alardear, pero las hice yo - digo sonriente y él se sorprende, yo río 

-Wow, están muy ricos - dice mientras le da otra mordida, yo busco con la mirada las bebidas.  

Rompiendo Lo Coherente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora