¿Por qué la gallina cruzó la pista?
Porque quería ver chismeEl silencio que gobernaba la mesa era abrumador e incómodo. Podía oír cómo mi padre pasaba las hojas del periódico que leía con atención. Era tanto el silencio que juro que podía escuchar los latidos del corazón de mi madre, quien estaba sentada frente a mí
Incluso el sonido de las manecillas del reloj eran una melodía que resultaba incómoda.
Alcé la mano para aproximarla a la fuente llena de pan francés a la mistad de la mesa, pero incluso antes de estar cerca, mi padre bajó el periódico que cubría su rostro y observó mi mano estática en el aire.
-No desayunarás hoy.
La frialdad de su voz me provocó un escalofrío que recorría toda mi espina dorsal hasta llegar a la punta de mis pies calzados con unas botas.
Bajé la mirada y regresé la mano a su posición anterior: sobre mi regazo.
-El médico dijo que no se debía saltar ninguna comida - otro momento de tensión se formó luego de aquellas palabras de mi madre. Papá la observó como si no pudiera creer lo que había dicho la mujer.
-No me importa. Ahora, cada vez que haga algo mal, pagará las consecuencias.
-¿Dejando de comer?
-Y no solo eso.
Papa doblo el periódico y lo dejó sobre la mesa, dando un fuerte golpe que me hizo sobresaltar. El sonido de mis latidos retumbaron en mis oídos como un tambor siendo golpeado con insistencia. Las manos me empezaron a sudar y mi respiración dejó de ser automática.
-Es mejor que salgas a la escuela ya - dijo mi madre, presionando los labios y evitando ver a mi madre.
Asentí en silencio y, aún con la mirada baja, me puse de pie, evitando hacer mucho ruido. Devolví la silla y observé la silla que alguna vez había sido la de Matt. Suspiré y retrocedí para recoger mi mochila que había dejado en el suelo. Pasé una de las correas por mi hombro y antes que pudiera despedirme, mi padre habló con firmeza:
-Ni se te ocurra ir con Rhett. Ya no te quiero cerca de él ni de su hermana, ¿entendiste? - me quedé en silencio, procesando aquella advertencia. Me estaba prohibiendo acercarme a las personas que eran más cercanas a mí después de Matt. La sola idea hizo que mi estómago diera un vuelco -. Maia, pregunté si entendiste - volvió a decir con firmeza - ¿o debo ser mas duro también con las advertencias?
-No es necesario - dije de inmediato -. Entendí.
Sin decir nada más, caminé hasta la puerta principal y la abrí. El frío golpeó mi cuerpo, enviándome una carga de calma. Salí y cerré la puerta tras de mí. Unos pasos fuera de la propiedad, observé cómo el auto, cubierto de nieve, de Rhett se estacionó a unos metros de mí.
Presioné los labios, maquinando una historia que haga que se vayan sin mí.
Escuché la puerta cerrarse y segundos después vi a Rhett rodeando el auto para llegar a mí. Cindy bajó el vidrio de la ventana para mirarme con una sonrisa carismática.
-Buen día - dije cuando Rhett estuvo lo suficientemente cerca para oírme. Él sonrió.
-Buen día - respondió, acercándose para darme un beso en la mejilla, el cual esquivé. Retrocedí unos pasos y le di una sonrisa triste - ¿Qué sucede? - antes de que pudiera decir algo, continuó -. No creas que ayer no estuve contigo o que no me preocupé por lo qué pasó - explicó com desesperación.
-No es eso - dije enternecida por su forma de aclarar el tema.
-Porque te juro que quería estar ahí para ti cuando despiertes, pero tu padre... - dejó la oración en el aire.
ESTÁS LEYENDO
Rompiendo Lo Coherente
FanfictionEn un pueblito todos se conocen, o al menos eso se cree. Muertes se hacen presentes y secretos son revelados. No todo lo que vemos es real y no todo de quien dudamos es el culpable. Para ellos eso es claro, ambos son tan similares y tan opuestos a...