♰ Capítulo 15 ♰

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Metiendo la nariz donde nadie llama

Heist Stein

No voy a mentir, casi me caigo de culo cuando escuché el alemán perfecto de Maia. Bueno, no sólo casi me caigo de culo, sino que mi mandíbula podría haber caído al suelo como en las caricaturas.

¿Qué estaba pasando?

¿Cuándo había aprendido alemán?

Recuerdo muy bien que en la fiesta se Leigh ella no entendió lo que dije. Claro que no lo entendió, porque si lo habría entendido no estaría aquí haciéndome bolas la puta cabeza.

-¡Heist! – oí gritar mi nombre. Salí de mi trance y vi a mi madre de pie frente a mí, con una expresión de cierta molestia.

-¿Sí?

-Te estuve llamando.

-Estaba acá.

-Lo sé, con: “te estuve llamando”, me refiero a que estuve frente a ti por casi dos minutos, nombrándote y no obedeciste.

¿Había pasado eso?

Vaya lío, si que las palabras de Maia me habían desequilibrado lo suficiente como para no poder oír a mi madre a unos metros.

-Heist – me llamó la atención mamá – otra vez – me advirtió.

Últimamente estaba irritada ya que no sabía que rayos había pasado con Phillips y que pasaría con Thomas. La entendía, era estresante.

¿Debería decirle lo que pasó? Probablemente sobre piense las cosas y Maia termine siendo una sospechosa a los ojos de mamá. No, no quería eso.

-¿Qué te sucede? – preguntó mamá al verme raro.

-Nada – digo y me levanto del columpio.

-¿Qué hacías acá? – interroga mientras caminamos al auto.

-Nada.

-Heist…

-Mamá…

Cuando llegamos al estacionamiento, ya no observé el auto de Los Walker. A pesar de estar casi lleno de autos, no estaba el auto de la familia, era extraño, pero no lo suficiente.

-¿Y Los Walker? – consulté mientras abría la puerta del auto.

-Ya se fueron, ¿por qué tanto interés? – oigo decir a mi padre.

Emito un suspiro pesado y entro al auto, justo antes de entrar veo a Leigh junto su madre, parecían discutir mientras esperaban algo.

-¿Estabas solo en el columpio? – sigue interrogando mamá.

-Sí.

-¿Y eso?

-¿Con quien más voy a estar?

-No lo sé, ¿con Maia?

-Mamá, acaba de morir su hermano, ¿crees que voy estar pegado a ella?

Mamá me ve por el retrovisor con obviedad, sonrío sarcástico.

-¿No crees que deberías estar para ella como ella estuvo para ti? – Pregunta papá.

-Valter – regaña mamá.

-¿Qué? Solo digo – opina con obviedad y se enfoca en conducir, mamá suspira.

-Querido – me llama – es mejor que no te acerques a ella, ya te lo dije – explica.

-Lo recuerdo – digo con amargura.

Recuerdo mucho esa conversación, la conversación en donde me había prohibido acercarme a Maia.

Rompiendo Lo Coherente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora