Rompiendo Lo Coherente

♰ Capítulo 24 ♰

Justo en mi mommy issues

Cuando crucé la puerta de lo que llamaba hogar, oí los gritos de mi madre en la sala de estar.

-¡No debes hablarle así todo el tiempo!

Caminé silenciosamente para ver de qué se trataba.

-Yo hago lo que quiero con ella. Se ha descarrilado totalmente. Abusa de la confianza que le hemos dado, Anda todo el día con el imbécil de Rhett.

Era obvio que hablaban de mí, pero ¿por qué? Usualmente, mi padre me trataba como él creía conveniente y mi madre no decía palabra en contra de ello.

Había sido así por toda mi vida, hasta ese momento.

-La cuida - defendió mi madre.

-¿Y en serio crees que lo hace por buena persona? ¿Crees que está detrás de ella todo el día solo porque la quiere cuidar?

-¡Obviamente! ¡Es su mejor amigo!

-Por ahora, pero luego va a volver a pasar lo mismo de hace tiempo.

Me asomé y vi a mi madre de pie frente a papá, con una expresión de enojo puro.

-Eso no va a pasar.

-¿Como puedes saberlo? Tu hija es una p....

Cuando iba a terminar la palabra, un bofetada chocó contra su rostro.

-¡No te atrevas a hablar así de MI HIJA! - dijo enfurecida -. Estoy harta de ver cómo la tratas como si no valiera nada. Después de todo lo que hemos pasado, solo actúas como si Maia fuera un maldito soldado, sin errores y sin sentimientos. Ya perdí a Matt, no la perderé a ella.

Con eso, se dio vuelta y yo me escondí tras el muro, oí cómo se acercaba así que corrí escaleras arriba, asomándome en la baranda de madera.

Mamá tomó su abrigo y se colocó.

-¿A donde vas, Tara? - dijo papá en un tono de voz alto y una expresión molesta -. No planeas gritarme de esa forma, abofetearme e irte como si nada, ¿no?

-Eso planeó hacer. Ya no aguanto más de ti, me voy con Maia.

Abrí los ojos de más.

Mamá se giró y vio mi mochila en la entrada.

-¡Maia! - exclamó mamá, esperé unos segundos y me asomé casualmente, fingiendo no saber nada.

-¿Si, mamá?

-Alista tus cosas, nos vamos, cariño - me dijo con dulzura. Intercalé la mirada entre ella y mi padre, para asentir e ir a mi cuarto rápidamente.

Agarré una maleta y empecé a meter abrigos y cosas que me pudieran abrigar. No sabía a dónde iríamos, pero suponía que, si no teníamos suerte, terminaríamos en el parque. Mi madre no trabajaba, así que no tenía dinero como para ir a un hotel y no tenía amigas a las que les tuviera mucha confianza en el pueblo. Todas las mujeres de la comunidad se dedicaban a juzgar y a opinar de los matrimonios de las otras.

-¡Vas a regresar en dos horas! - se burló mi padre. Salí de la habitación con una maleta y una cartera pequeña. Empecé a bajar las escaleras y mi madre ya tenía mi mochila de la escuela colgada en el hombro junto con una pequeña maleta de mano. 

-No voy a regresar jamás, tenlo por seguro.

Llegué al lado de mi madre, ella abrió la puerta principal y me hizo salir primero. Hice contacto visual con papá, quien parecía burlarse de nosotras.