EL BOSQUE // Albalia

Vive // Parte 2

El Sofá

N: ¿Y te dijo que la culpa era tuya? -preguntaba asombrada y riendo

A: Sí, jajajajja, mi hermano era así de pequeño. Según él, como el papel se lo había dado yo la culpa de que el hiciera la chuleta era mía...

N: Jajajajajajajajajajaja

A: jajajaja ¡Nat! jajajajajajaj ¡Elena!

N: jajaja, es verdad, jejejeje, no gritemos, jejejejejjee

A: Ay, jejejeejejej

N: ¿Y qué dijo tu madre?

A: ¿Qué iba decir? Le dio la risa y tuvo que venir mi padre a castigarlo, jejejeje

N: Tengo yo que conocer a tu hermano

A: Es muy majo...

N: Imagino...

A: Elena te quiere mucho...

N: Y yo a ella -contestaba sonriendo

A: Ya, pero te admira... se nota...

N: Bueno.... no te creas que yo no la admiro a ella. A veces parece mucho más madura de lo que es

A: ¿Qué edad tenía? Me lo dijiste, pero no lo recuerdo.

N: 22

A: Es verdad... y tienes otro hermano, ¿no?

N: Sí, Santi... mayor que yo. Se caso hace menos de un año...

A: Sois tres

N: Sipi

A: A mi también me hubiera gustado tener una hermanita, pero me quedé con el trato ese

N: jejejejeje

Seguían charlando animadamente sin fijarse a penas en el reloj. Lo estaban pasando de maravilla y ninguna de las dos recordaba sus penas en ese momento.

Elena se despertó sobre las 21:00. Tenía hambre y salió de la cama. No se acordaba demasiado bien cómo había llegado hasta allí, pero si recordaba a Natalia cogiéndola y a Alba a su lado.

Asomó un poco la cabecita por la puerta y encontró a su hermana hablando con la enfermera. Le hacía mucha gracia comprobar que Natalia no apartaba los ojos de ella y cómo Alba no se daba ni cuenta... ¿Cómo podía estar tan ciega? Estuvo estudiando los gestos de Alba... Se la notaba a gustito con su hermana y no parecía tener demasiadas ganas de irse peor tampoco encontró nada que la llevase a pensar que la enfermera sentía lago hacia Natalia.

Volvió tras sus pasos sin hacer ruido y puso la tele del cuarto de Natalia. Pensó que las dejaría más tiempo, y a la hora de la cena, saldría a ver...

En el salón, la conversación había tomado un cariz más serio y la duda de Natalia hizo acto de presencia cuando la enfermera habló de dos parejas que había tenido.

N: ¿No te fue bien con ellas?

A: no demasiado...

N: ¿Puedo preguntarte por qué?

A: Luego.... Ahora cuéntame cuántas parejas has tenido tú -pidió inquieta

N: Pues... ¿serias?

A: Sí

N: tres... sí, tres...

A: Cuéntame...

N: ¡Qué morro! ¡Pero si tú no me has contado nada!

A: Jajaja, qué luego voy yo... de verdad

N: Vale.... Pues la primera la tuve con... unos 24 años...