La habitación apestaba, era un olor tan sofocante que era un poco difícil respirar. Las feromonas de alfa volaban por toda la habitación y era un cuarto tan pequeño, un espacio tan reducido. Sentía su fuerte respiración, el sudor en su piel y la rab...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de casi una hora de viaje hacia las afueras de la ciudad, estaban por llegar a su destino.
El camino ni siquiera lo había sentido por las constantes bromas y la charla animada con el menor, no entendía como estaba de tan buen humor si hacía frío y no eran ni siquiera las nueve.
—¿Por fin me dirás a dónde vamos? —protestó el menor y Yoongi negó.
—No seas un cachorro impaciente, estamos por llegar.
—Pero hyuung, ¿me da al menos una pista? —Yoongi reprimió una risa ante la actitud infantil de Jimin, no parecía el imponente alfa que intimidaba a otros.
Había dejado su máscara de indiferencia de lado, era un chiquillo emocionado.
—Nop, estas por descubrirlo —dio una última vuelta y la estructura del parque empezó a verse a lo lejos, las montañas rusas y los juegos mecánicos, no se perdió la forma en que Jimin vio a través de los vidrios sus ojos brillando con curiosidad antes de girarse hacía él y mirarlo con alegría renovada.
—¿Un parque de diversiones? —Yoongi asintió y Jimin parecía querer estallar de la emoción.
Tuvieron que esperar en una fila de autos para entrar y Jimin empezó a contar que no iba a un parque de diversiones desde hace algunos años y enumeró las atracciones a las que quería subirse, él asintió.
No era fan de las alturas, pero esperaba que encontraran juegos que les gustará a ambos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Vamos a ese! —Jimin tiró de su brazo y Yoongi lo siguió a regañadientes, el menor le había hecho subirse a una montaña rusa que era más giros y vueltas que altura.
El algodón de azúcar que habían compartido estaba resintiendo su estómago.
Ugh, ¿en que momento pensó que comer algo era buena idea?
—Hace años que no juego —le contó Jimin y Yoongi sonrió ante el juego que había elegido, carritos chocones.
—¿No estas muy grande para este juego? —Jimin rodó los ojos.
