Chat Blanc 2.0

Cap. 14 - Después de él

Durante esa noche, Adrien Agreste apenas pegó ojo. A la mañana siguiente, se despertó a la misma hora que siempre, y se dirigió a desayunar. Lo hizo solo, como todos los días.
Después se vistió, y un cuarto de hora antes de empezar el colegio, se montó en el coche y su guardaespaldas lo le llevó hasta su destino.

En ese pequeño rato de viaje, Adrien cogió el móvil para distraerse, y al encenderlo, le salieron un montón de notificaciones. Diferentes paginas web de noticias comentando lo mismo. Probó a entrar Instagram, y ocurrió lo mismo. No se hablaba de otra cosa. Chat Blanc fue un impactante suceso que aterrorizó todo París.

Al llegar, Adrien bajó del coche y ya que estaba Nino, su mejor amigo, en la entrada, decidió acercarse a él. Pero mientras caminaba, una voz conocida lo interrumpió. Una voz que deseaba atención. Estaba gritando, y era Alya.

—¡Chicos! !Juntaros por favor! !Tengo que deciros algo!

"¿Qué pasa?" se dijo Adrien a sí mismo. Todos los estudiantes se juntaron en un pequeño corro, y Alya empezó a hablar.

—Veréis, es Marinette.

—¿Qué ocurre? No nos dirás que llegará tarde, ¿no? Porque la verdad eso no es noticia... —comentó Alix como broma.

—Alix, ¡esto es serio! Marinette no va a poder venir al colegio. Ha tenido un accidente.

—¿Qué? —exclamaron algunos chicos y chicas a la vez. Adrien sintió un punzada en su estómago. No supo por qué.

—Pues, resulta que ayer ella y yo estábamos juntas, íbamos paseando por un pasadizo estrecho que estaba rodeado de dos edificios. Y.. de repente, escuchamos un estruendo, como un impacto directo a los edificios.

—¿Y qué paso? —preguntó Adrien, que no se lo podía creer.

—Los estruendos venían de arriba nuestro. Ambas miramos arriba, y vimos como unas rocas empezaban a caer. No estaban a mucha altura, pero os juro que yo pasé mucho miedo, como si mi vida se fuera en un instante. Marinette estaba a unos pasos delante de mí... y esas rocas... cayeron justo encima de ella.

—¡¡¿¿QUÉEEE??!!

Los chicos, que estaban alrededor de Alya, no podían creérselo. Y la miraban sin pestañear a, esperando explicaciones. Adrien también se incluía.

—¡Pero no pasa nada! Está todo bien. La ayudé y la llevé al hospital. No sé cuanto tiempo tendrá que estar allí, pero por lo menos sé que no es tan grave como parece. Marinette tiene el pie derecho fracturado y varias heridas alrededor de su cuerpo. Eso es todo.

—Dios... ¡pues vaya panorama! —exclamó Rose en alto.

—Ya... osea, !estamos hablando de que casi se muere!

Max miró un momento su reloj.

—Chicos, siento interrumpir, pero ya son y 4, ¡llegamos tarde! —dijo en alto.

—Será mejor que entremos. 

—Sí, ¡que tenemos examen!

Y los estudiantes entraron a su clase. Era verdad que a primera hora tenían uno de Inglés. Normalmente, Adrien era un alumno ejemplar y la mayoría de los exámenes le salían de maravilla; pero esta vez, no ocurrió eso mismo.

No fue capaz de concertarse. Por lo tanto, había una probabilidad de que lo suspendiera. Y la razón de esto, no era porque no había estudiado o estaba cansado. No. La razón, sorprendentemente, era Marinette.

Los siguientes días, Adrien se sentía más callado, más serio. No paraba de pensar en lo que dijo Alya. Continuamente le daba vueltas y vueltas a lo ocurrido, y lo peor, era que a pesar de haberlo hecho siendo akumatizado, se sentía culpable.