-¿De verdad? Estás segura... ¿de eso? -preguntó él confundido, pero a la vez, emocionado.
-Sí, lo llevo pensando durante un tiempo y... creo que deberías saberlo. O bueno, mejor dicho, quiero que sepas ya quién es esa persona.
-Guay, pues... ¡tú dirás! -rio Chat Noir inquieto y al mismo tiempo ilusionado.
-Verás, desde la primera vez que lo vi he estado enamorada de él. Y desde ahí me estado comportando como una niña pequeña, te lo juro. Me acuerdo que, el día que nos conocimos, el me prestó un paraguas. Y desde ese momento, no hay otra persona en la que piense o por la que me emocione ver.
Chat Noir soltó una carcajada alegre. En esa conversación, él sí tenía razones para sentirse molesto, celoso y enfadado. Pero, en vez de escoger esas emociones negativas, eligió la opción de escuchar a una Ladybug feliz y extrovertida hablando sobre su amor. Pero, ¿significaba eso que ya no crearía un historia con Ladybug? ¿Significaba que debía rendirse? No lo sabía. Y no saber esa respuesta no lo disgustaba. Pero, si de algo estaba seguro, es que él amaría a Ladybug hasta el fin de sus días, independientemente de lo que ella senti por él. Nada ni nadie cambara nunca sus sentimientos por ella.
-Buah, ¿pues me dices ya quién es? ¡Me tienes intrigado!
-En realidad, a mi crush se le ve por todas partes. -miró a Chat Noir con tono burlón. Él, por su parte, no escondía su desconcierto.
-¿Acaso es dios tu amor platónico?
-¿Qué? ¡Noo! Literalmente, puedes llegar a verlo por todo Paris. En las redes sociales, revistas, carteles...
-Pero, ¿es una persona famosa entonces? -Ladybug asintió.
-Sí, alguien famoso con el que he tenido la suerte de tener una amistad. Mira, desde aquí se le ve.
Dirigió su mirada a un póster lejano, un póster donde anunciaban un nuevo producto que mucha gente conoce: "Adrien, la fragancia." Chat Noir contempló el escenario.
-Veo muchos carteles. Es entonces, ¿Jagged Stone? Ahí dice que en un mes empezara su nueva gira.
-¡No, ciego! -Exclamó ella, dándole un empujón en su hombro, acompañado de una risa -. Fíjate que, justo al lado de Jagged, hay un cartel de un chico rubio, un chico guapísimo saltando hacia el cielo, con una sonrisa que le hace parecer un ángel.
El cerebro de Chat Noir, por fin, hizo clic.
-¿QUÉ? Es... Adrien... -Tragó saliva. Lo necesitaba-. ¿Es Adrien agreste?
-¡¡¡SÍÍ!!! Efectivamente, es Adrien el chico del que estoy enamorada.
Dios. El mundo paró para Chat Noir. Lo... ¿Lo que había escuchado era real? De verdad Ladybug había dicho el nombre "Adrien"? No podía ser verdad. En serio me estás contando que, la persona que le quitaba el puesto de ser el amor de Ladybug era... ¡¡¿¿ÉL MISMO??!!
Miró a Ladybug. Su cabeza todavía no procesaba. Y sin que el lo controlase, una gran sonrisa se dibujó en su rostro. Una sonrisa, que segundos después, evolucionó a una carcajada. Una carcajada que, tras sentirse que se estaba sonrojando, se vio obligado apartar de Ladybug.
Ella no entendía nada. ¿Qué era tan gracioso? ¿Acaso Adrien Agreste era gracioso? ¿De qué demonios se estaba riendo Chat Noir?
-¿Se puede saber qué te pasa? ¡Me estas asustando!
Chat Noir la miró, y al ver a Ladybug confundida, se vio obligado a detener su risa. Mierda. Tenía que encontrar una respuesta que la convenciera. Una que salvase la situación. Porque entendía que su risa no venía a cuento. Obviamente, no podía revelar la verdadera razón de esa felicidad, pero sí debía decir algo que tuviera sentido. Ella lo retó.
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Chat Blanc 2.0
RandomChat Noir se siente molesto. Él piensa que Ladybug lo está engañando. Entonces, deciden tener una conversación. Lo que ellos nos saben es que esa charla provocará un catastrófico desastre. Un desastre donde habrá mentiras, traiciones, golpes, arrep...