Siguieron observándose durante un instante más. Para él fue uno de sus momentos más personales, donde la respuesta podría cambiarle la vida. Para ella, fue uno de esos momentos donde deseas desaparecer y huir de esa escena lo antes posible.
—¿Qué? ¿Ocurre algo? —dijo Chat, con el ceño fruncido. El silencio de Ladybug lo perturbaba.
—No, no me digas eso... no... no me digas que... —exclamó, moviendo la cabeza de lado a lado. Empezó a respirar nerviosamente, y con una presión en su pecho que no estaba acostumbrado a sentir. Ladybug, por su parte, cerró fuertemente sus ojos para contener las lágrimas. No quería mirarlo a los ojos, ni mucho menos hacerle daño, ya era demasiado tarde. Chat Noir miró a los ojos de Ladybug, apretó fuertemente sus muñecas, esperando una respuesta suya.Pero no aguantó más.
El chico volvió a girarse para contemplar el cielo una vez más.
—¿Qué más no me has contado, Ladybug? —exclamo, con sarcasmo—. Dímelo de una vez.
Lentamente, se atrevió a hacer la pregunta que tantas dudas le ocasionaba ultimante. Debia de saber la verdad ya.
—¿Quién demonios lo sabe? Dime la verdad, por favor—Ladybug, con sus ojos un poco llorosos, contestó con voz baja.
—Alya. Alya Cesaire. La única persona que conoce mi identidad es ella.
Con el corazón latiéndole con fuerza, Chat Noir se giro y se acerco a la chica
—Ooh, qué casualidad, pero si ella también es Rena Rouge! —rió sarcásticamente—. Mira, si te das cuenta, yo no sabía eso. No tenía ni idea. Es más, si te pones a pensar, yo no tengo ni idea de nada. Tú, y solo tú, conoces a todos los portadores que han peleado con nosotros, y cada día parece que traes un superhéroe nuevo al equipo. Pero, dime, ¿qué demonios es lo que sé yo, Ladybug? ¿Ehh?— suspiró, enfadado. Prosiguió:
—Y, otra pregunta, ¿acaso te has fijado cómo he estado yo las últimas semanas? ¿Te has preguntado por qué no he sido el estúpido gato de siempre que solo hace bromas?
Ladybug lo miraba inmóvil, sin saber qué decir o qué hacer paracalmar la situación. Chat Noir tenía los ojos llorosos.
—Sabía que me ocultabas algo... Lo sabía perfectamente... Pero... no esperaba que me hubieras mentido de esa manera... ¡joder!
—Chat Noir, por favor—. Él la miró serio—. Sabes... sabes que yo nunca te haría daño.
—Ladybug, ¿sabes por qué no te he dicho todo esto antes?—. Se acercó más a Ladybug, y practicante, un aire tenso y fío era lo único que los separaba—. Porque eres la guardiana. Porque no quería molestarte con mis tonterías. Porque no quería que te distraigas de hacer lo que se espera de ti. Pero quiero que sepas que yo tengo un límite, y la verdad, ya no aguanto más. No lo soporto ahora, ni soportaré que me mientas de esta manera.
Hizo una pausa para respirar. Ladybug estaba rota. La situación era demasiado para ambos. El, se había sincerado y le habia soltado todo lo que lo atormentaba ultumaente. Y ell, en vez de su fiel amigo felino, encontró a un desconocido con lo que nunca habia hablado antes. SE encontraba con un Chat NOir que no reconocía. Y para colmo, Chsst NOir no habia acabbdo de expresarse.
—No te merezco. Y tú tampoco me mereces ...
—Espera, ¿qué quieres decir?
—Que se acabó. Aquí acaba mi carrera. Te mereces un Chat Noir en el que puedas confiar.
Sin avisar, el superhéroe alzó su mano derecha a la altura de su pecho mientras que con la otra se dirigía al dedo anular de la primera mano. Ladybug reaccionó al instante. El superhéroe iba a quitarse su propio prodigio, y denlate de ella.
—!Chat Noir, no! —gritó ella, abalanzándose sobre él.
Pero justo en ese instante, antes de que ninguno de ellos pudiera reaccionar, un akuma entró en el anillo de Chat Noir. Ambos quedaron boquiabiertos. Sin respiración. Mirandose entre sí, con una expresión de horror y sorpresa.
Chat Noir había sido akumatizado.
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Si te está gustando la historia, me motivaría y alegraría mucho que escribieras un comentario. Ahora sigue leyendo, ya que si esta historia fuera un capítulo, a medio fandom le explotaría la cabeza. Un abrazoo❤
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Chat Blanc 2.0
AléatoireChat Noir se siente molesto. Él piensa que Ladybug lo está engañando. Entonces, deciden tener una conversación. Lo que ellos nos saben es que esa charla provocará un catastrófico desastre. Un desastre donde habrá mentiras, traiciones, golpes, arrep...