Dulce
Martes 31 de Agosto, 2:00pm
Me sentía tan feliz y aliviada.
Me sentía mucho mejor, sin duda, dejarlo ir fue lo mejor, tanto para su recuerdo y para el mío. Damon siempre viviría en mi corazón.
— ¿Estas bien?
Sonreí al sentirlo llegar por detrás, abrazándome y apegándome a su cuerpo.
—Si...—sonreí mientras volteaba para mirar sus hermosos ojos azules — ¿Y tú?
—De maravilla...—me regaló una linda sonrisa —Pasar tiempo contigo es sin duda, la mejor inversión de mi tiempo.
—Dios, me va a hacer vomitar...—Soltó Lucas apareciendo detrás de Damián. —Andan muy melosos.
El rubio cargaba las cajas de pizza como si fuera lo más liviano del mundo, sin miedo a hacerlas caer. Nos sacó la lengua haciendo un gesto de asco en nuestra dirección.
—Lo entiendo, amigo...—comentó Damián siguiéndolo con la mirada y una sonrisa de lado —Es la envidia la que habla por ti.
—En primera no somos amigos...
—Creí que lo habían superado —susurré bajo queriendo reír.
Ellos se retaron con la mirada por unos segundos hasta que apareció Adán y Becca. Nos miraron con una sonrisa y al comprender la situación de miradas, Becca le pegó a su hermano un zape para que reaccionara y este, molesto, caminó hacia Lucas y le propinó un zape en la cabeza con la misma fuerza.
— ¿Qué demonios te pasa? —Se quejó el rubio — ¿Acaso quieres sacarme la cabeza?
—Entonces Becca quiere sacarme la cabeza todos los días...—se encogió de hombros —Avancemos que ya me dio hambre.
—Sí, si, como ordené el jefe...—le quitó importancia, él rulitos de oro.
—Así que cambiaste de jefe —me hice la ofendida.
—Nadie como usted, querida jefa...—Lucas avanzó en mi dirección y besó mi frente —Aun espero sueldo y agréguele un 0 a esa cifra, después de todo por casi acabas con mi vida un par de veces.
—Oh, sí, digamos que lo voy a pensar...—contesté sin poder aguantar la risa, terminé riendo con Lucas a mi lado.
—Bueno, avancen que también quiero meterme al agua...—bufó cansada Becca —Les lanzaré una piedra si no lo hacen.
—Empiezo a creer que Adán debe ir a rehabilitación y Becca a un psiquiátrico...—soltó Lucas en voz baja provocando mi sonrisa y la de adán.
—Ya pero yo si quiero cambiar...—soltó el hermano —A diferencia de mi hermana, creo que todavía hay esperanza en mí.
—Creo que tu cabeza pide a gritos una piedra...—le susurró su hermana palmeando su hombro de forma amenazante.
—Me quejaré con mamá —dijo adán adelantándose con las manos en los bolsillos —Estoy cansado de vivir temiendo por mi vida, mucho peor, que sea mi hermana quien acabe con ella.
—Si no dejas de ser un tonto que no piensa bien lo que hace, terminas muerto antes que yo...—le gritó su hermana siguiéndolo.
—Creo que nadie lloraría por mi muerte...—fue lo último que lo escuché decir.
—Dios, siempre tengo que ser el maduro del grupo —soltó Lucas dejando salir un largo suspiro quien a la vez se adelantó siguiéndole el paso a Becca.
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Prohibido Amar a Dulce ©
Teen FictionSaga "Prohibido" Libro 2 La muerte de una persona tan importante como el amor de tu vida puede dejar un gran vacío, un dolor indescriptible y en este caso un misterio inimaginable. Dulce, después de perder al amor de su vida, toma la decisión de ale...