Capítulo 16.

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Meses después...

17 Julio de 2019.

Levana.

Mientras Chris y sus amigas (las cuales ya se habían disculpado conmigo) siguen advirtiéndome sobre Daniel, yo estoy votando más hacia: alejarme de todos un corto tiempo y darme la compañía de mi misma.

Aunque decírselo a Daniel será muy difícil, no sé cómo lo vaya a tomar. Si es que realmente siente algo por mí me va a entender, ¿no?

Y como soy una persona que aún no es muy sabia para tomar decisiones; hemos quedando para salir todos juntos, y hoy decidimos ir a patinar. No soy muy experta en esto, pero le prometí a Beli acompañarla con tal de que viera a Ron. No sé exactamente que esté pasando entre ellos, pero sí sé que no será "cosa seria", no me preocupa.

Beli está dolida, Ron no es muy fan de los noviazgos, así que todo bien. Talvez solo son amigos, que en este tiempo que llevan conociéndose han estado saliendo muchas veces que, siento sincera, no me han dado ganas de preguntar detalles.

No es que no me importe, solo que si fuera la gran cosa, Beli ya me hubiera comentado algo al respecto.

En fin, creo que esta será la última vez que salga con ellos, necesito darme tiempo a mí misma y organizar mis ideas y sentimientos. Todo esto es algo nuevo para mí y debo admitir que las sensaciones no son mucho de mi agrado.

Así que mi plan es: salir hoy, disfrutar el momento, al final del día comportarme un tanto distante y hablar con Daniel. Y si acepta mi alejamiento por mi está perfecto, y si no lo acepta, pues también.

Mi paz mental está sobre cualquier persona.

Lo sé, hice mucho drama aquella vez con el taxista, pero esa no era yo, era el alcohol.


Belinda se encuentra acostada sobre mi cama, mientras yo, estoy recargada en la ventana, luchando internamente en salir a fumar o seguir escuchando a Beli. Y para no ser grosera, fume adentro acompañado de la segunda opción.

— ¿Sabes dónde está esa pista a dónde iremos? — cuestionó Beli.

— No sé ni agarrar una patineta ¿y crees que sé a dónde iremos? — le respondí.

Guardó silencio durante unos minutos, hasta que encontró que responder.

— ¿Entonces a que iremos, si no sabemos patinar?

— Te recuerdo que esto fui idea tuya, no mía. Tal vez Ron te haga subirte a su patineta mientras te agarra de la cintura para que no te caigas y así te enseñe a patinar— le subí sus expectativas en modo romántico. Y mi comentario ocasiono lo que esperé; se emocionó tanto que hasta sus ojos brillaban más que mi estúpido techo.

— ¿Tú crees?

— Obvio— ironice encogiéndome de hombros mientras le daba la última calada a mi cigarro.

— Me estas tomando el pelo Levana— exclamó, lanzándome una almohada a la cara.

—No es mi culpa que te ilusiones con solo unas palabras.

Le volví a arrojar la almohada, y en vez de regresármela, la abrazó.

¿Le afectó mi comentario? No puede ser.

Deje que pensara un poco sobre ilusionarse tan rápido, mientras me metí al baño a darme una ducha. Habíamos quedado de vernos a las 6 y ya eran las 5:30.
La ventaja aquí es que Beli ya estaba vestida y yo no tardo mucho cambiándome, así que estaríamos a tiempo para cuando lleguen por nosotras.

Brillando bajo el agua. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora