16; heridas

622 50 3
                                    

—¿Hablaron mucho?—preguntó Jihyo.

Me sonrojé mucho, pues Kihyun y yo habíamos hecho todo menos hablar. Aclaré la garganta y bajé la mirada sin saber qué decir, y Jihyo comenzó a reír.

—Oye, ¿en serio no puedes disimular?—bromeó y continuó quitándose el maquillaje—Tu labial prácticamente desapareció.

Reí también. Había olvidado mirarme en el espejo; apenas terminamos de tener sexo, Kihyun se fue rápidamente porque le tocaba presentarse a MONSTA X. Y yo me quedé pensando en lo que acababa de pasar, entonces Jihyo llegó diciéndome que TWICE ya terminó su presentación.
Me levanté del sofá y me acerqué a Jihyo para mirarme en el espejo: mi maquillaje era un desastre. Tomé un algodón con loción desmaquillante que Jihyo me extendió y comencé a quitarme el maquillaje yo también.

—¿Cómo planeaste todo esto?—pregunté.
—Me había cruzado a Kihyun varias veces en otros programas y no aguanté la curiosidad, asi que le pregunté por ti. Me dijo que ni siquiera había podido hablarte, y que estaba triste... asi que supe inmediatamente que tú también estabas triste.

Acabó de desmaquillarse y se acercó a mí. Tomó el algodón de mi mano y comenzó a quitarme el maquillaje ella, con amabilidad.

—Entonces, simplemente le di las llaves de mi camerino. Fue más fácil de lo que crees—rió.
—Gracias, amiga—la miré a los ojos.

No lo había mencionado antes, pero Jihyo es de esas amigas que parecen madres.
Terminó de desmaquillarme y me dió un abrazo. Su mánager entró, entonces nos separamos del abrazo.

—Ya nos vamos—anunció el mánager.
—Vayan, yo llevaré a mi amiga a casa.
—No, no necesitas hacerlo, ve con las chicas.
—¿Crees que te dejaré ir sola con ese psicópata dando vueltas por allí?

Terminé accediendo. Jihyo y yo tomamos un taxi hacia mi departamento y me acompañó hasta adentro de mi casa para tomar un café. Le propuse quedarse a dormir pero se negó pues al día siguiente tendría mucho trabajo, asi que termino yéndose en taxi nuevamente.

Apenas se retiró, cerré bien la puerta. Por alguna razón sentía miedo, aunque no debía: los departamentos son más seguros.
Me quité la ropa y entre en la ducha. El agua caliente caía con la presión y la temperatura ideales, asi que sentía como todos los músculos de mi cuerpo se relajaban. Suspiré.

Jihyo

Hacía algo de frío en la calle, y el taxi tardaba en llegar. Además, al ser una noche fría y oscura, las calles estaban vacías. Acomodé mi cubrebocas y busqué en mi bolso mi bufanda. La encontré enredada con otras cosas y la saqué con todo el cuidado que pude, pero cuando estaba a medio sacarla un taxi iba pasando. Jalé mi bufanda fuera del bolso y le pedí al taxi que se detuviera, haciéndole señas.

Nate

Siempre estaba en los momentos oportunos. Así es como es la gente como yo, ganadores. Esa perra estaba fuera de su departamento... esa perra. Aún no olvidaba la vez que me insultó.
La observé con intención de lastimarla, pero no podía hacerlo si estaba tan cerca de donde las cámaras de seguridad del edificio. Entonces un taxi se acercó. Pensé que mi diversión se terminaba, pero vi como dejó caer cosas de su bolso. Esperé a que se fuera y tiré mi cigarrillo. Me acerqué  y una sonrisa se formó espontáneamente en mi rostro al ver qué era lo que se encontraba en el suelo, esperando ser recogido por mí; las copias de las llaves del departamento.

Salí de la ducha, tan relajada que estaba sintiéndome casi adormecida. Bostecé y me dirigí a la cocina por un vaso de agua antes de dormir. Me serví el vaso y comencé a tomarlo.

—Fue más facil de lo que esperaba.

De repente escuché su voz. Me sobresalté tanto que de pura suerte no me tiré el agua encima. Mi corazón comenzó a latir tan rápido que lo sentía prácticamente en mi garganta; intenté relajarme tomando aire por la nariz y exhalando por la boca. "No hay manera de que Nate haya entrado" me convencí y me giré. Él estaba allí. Con su sonrisa perversa, pero con sus ojos reflejando odio.

A continuación prosiguió a golpearme e insultarme. Cerré los ojos intentando soportarlo.
Me amenazó y me obligó a seguirlo fuera de mi departamento, diciéndome que pusiera buena cara para que nadie sospechara nada en la recepción.

—¿Ustedes volvieron a estar juntos?—preguntó la recepcionista, emocionada.

Mis ojos probablemente brillaban por las lágrimas queriendo salir, pero me esforcé en sonreír lo mejor que pude. Nate asintió y nos despedimos para salir del edificio.

"Kihyun... como desearía estar a tu lado ahora"

『 Focus on me 』Kihyun +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora