18; rescate

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Unas horas habían pasado desde la llamada a Kihyun. Ya era bastante tarde en la noche.
Nate seguía despierto, estaba bañándose. Yo pensaba en maneras de escaparme pero mi mente no encontraba ninguna, y además de eso, la sensación de tristeza en mi pecho permanecía. No dejaba de pensar en Kihyun.
Abracé mis rodillas, sentada en el suelo.

—¿Qué estás haciendo?—preguntó Nate, saliendo del baño y secándose el cabello.

Lo miré sin decir nada.

—Bueno cariño. No importa.—sonrió—me di un baño, estoy listo para ti.

Se acercó a mi y se sentó a mi lado.

—¿Quieres jugar un poco?—se acercó a mi cuello y hundió su rostro en él para olerlo. Sentí escalofríos y asco.
—Por favor, no hagas eso.
—Solo estoy bromeando.—se alejó—Pero al menos esperaba un beso.

Negué con la cabeza.

—Oh, vamos—insistió—recuerdo muy bien tus besos, ¿sabes?

Pasó suavemente su dedo índice por mis labios. Aparté el rostro pero me tomó del mentón con fuerza y brusquedad.

—Apenas terminábamos de besarnos... ni siquiera podías respirar, estabas agitada... pero pedías más besos—sonrió—tus dulces labios... los quiero para mí.

Negué con la cabeza e intenté soltarme de su agarre.

Kihyun

—¿Qué estás pensando hacer?—me preguntó Hyunwoo.

Todos los chicos estaban en la sala, por lo que apenas salí de mi habitación les conté cuáles eran mis sospechas.

—Tengo que encontrarla. Sé que está con él, y siguiendo una buena lógica puedo deducir que no están en su departamento. Por eso necesito saber su ubicación...—respondí—antes de ir, necesito saber su ubicación.

—¿Estás pensando ir? Eso es muy peligroso—Hoseok me tomó del hombro—no conoces a ese tal Nate, no sabes de lo que es capaz.

Hoseok tenía razón pero aún así, no quise escucharlo. Quité su mano de mi hombro.

—Si ustedes no me ayudan, buscaré a alguien que lo haga.
—Está bien. Mi primo es policía—dijo Changkyun—lo llamaré.

Un rato después el primo de Changkyun llegó, bastante rápido a decir verdad. Tenía una laptop. La abrió y configuró unos programas, cosas que no entiendo.

—Bien, ahora solo necesitas llamarla. Si contesta, podré localizar su celular.

Asentí y marqué su número.

Nate se detuvo gracias a que mi celular volvió a sonar. Había estado a punto de forzarme a besarlo.
Gruñó enojado y me mostró la pantalla del celular: Kihyun estaba llamando. Luego me ordenó poner el altavoz.

—¿...Hola?
—Solo... solo quiero que me expliques. ¿Por qué él  y yo no?

Vi a Nate sonreír.

—Porque él es mejor. Es simple. Por favor sólo déjame ir... ya no llames—mi voz comenzaba a romperse asi que corté la llamada.

Nate soltó una carcajada y se levantó del suelo.

—Buen trabajo gatita—tomó mi celular y se lo guardó en el bolsillo—te dejaré ir por ahora, luego seguiremos jugando. Pediré una pizza o algo.

Se retiró y yo no pude soportarlo más. Sentí las lágrimas comenzando a salir. Nate por fin me había dejado en paz por unos largos minutos asi que aproveché para dejar salir todo lo que estaba sintiendo; sentía que había perdido absolutamente todo. Durante años había estado enamorada de Kihyun, por fin pude conocerlo y las cosas fueron tan buenas... y todo se arruinó.
Me acosté sobre el suelo a llorar, hasta que me quedé dormida.

No se cuanto tiempo pasó, pero desperté por el ruido del timbre sonando. Abrí los ojos y vi a Nate saliendo de la habitación con dinero en las manos, quejándose.

—Hasta que por fin traen esa puta pizza.

Intenté levantarme del suelo para pedirle ayuda al repartidor de pizza, pero mis piernas también estaban atadas, entonces me arrastré hasta fuera de la habitación. Esperaba ver a Nate recibiendo la pizza, pero en vez de eso ahí estaba Kihyun. Me arrastré intentando acercarme más rápido.

—¿Dónde está? Vuelvo a preguntártelo por última vez—advirtió Kihyun.
—En mi cama. Déjanos en paz, psicópata. Ella ya dijo que no quería verte, ¿o no captaste el mensaje?—se burló Nate—Ahora vete.

Le quiso cerrar la puerta en la cara a Kihyun pero él la detuvo y tuvo más fuerza que Nate. Empujó la puerta, empujó a Nate y entró. Hicimos contacto visual y él corrió hacía mi. Nate se levantaba del suelo con el cuchillo en la mano, con intenciones de apuñalar a Kihyun. Le advertí con el corazón acelerado, pero él solo me abrazó.

—Todo está bien ahora.
—¡No, Nate está----!
—Solo mírame a mí—interrumpió separándose del abrazo y mirándome a los ojos, tomándome de los hombros.

Entonces la policía entró y arrestaron a Nate.
Tuvimos que ir a hacer una declaración y una denuncia para que fuera preso. Acordamos que la noticia no sería noticia en ningún medio debido a que involucraba a Kihyun, y él no podía tener sospechas de estar en una relación conmigo porque eso afectaría a su carrera.

Luego de que todo acabara, a las 4 am, Kihyun decidió acompañarme a casa. Una vez llegamos nos preparé algo de té y nos sentamos en el sofá.

—Lo siento—dijo de repente, con la mirada perdida en el suelo.
—¿Eh?
—Te dejé sola... no estuve ahí para ti, no pude.
—¿Qué dices?—dejé mi taza de té sobre la mesa ratona—tú me salvaste—tomé su rostro con ambas de mis manos—claro que estuviste ahí para mí, Kihyun...
—Si hubiera estado realmente, nada de esto habría sucedido—frunció el ceño.

Me acerqué a él y dejé un suave beso en sus labios.

—Te amo, Kihyun.

Observé como su rostro se volvió de color rojo. Hasta sus orejas estaban teñidas de ese color.
Me tomó de las manos y las retiró con delicadeza de su rostro. Entrelazó sus dedos con los míos.

—Yo también te amo.

『 Focus on me 』Kihyun +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora