19; besos dulces

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Pasaron varias semanas después de lo de Nate y poco a poco todo comenzaba a mejorar. Kihyun ahora intentaba lo más que podía tener tiempo para mí, aunque yo le dijera que no quería que se estresara por mi culpa.
Jihyo me contó que dejó caer las llaves de mi departamento accidentalmente esa noche, y me pidió disculpas tantas veces que perdí la cuenta.
En resumen, mi vida (por fin) estaba siendo tranquila y feliz

Una de esas tardes estaba acostada en el sofá con los ojos cerrados, simplemente disfrutando de la brisa fría que entraba por mi ventana, y recibí una llamada. Kihyun me invitó por primera vez a un concierto de MONSTA X. Fue una de las mejores experiencias de mi vida, sobre todo ver a Kihyun brillar de esa manera en persona... fue espectacular. Estuve en la primera fila, y durante todo el concierto Kihyun se acercaba disimuladamente para sonreírme.

Luego del concierto, salí a comer algo. Changkyun me llamó y me avisó que un auto enviado por los chicos pasaría a buscarme y me llevaría a su departamento. Solo tuve que esperar unos minutos y el auto estaba afuera del restaurante.

Cuando por fin llegué al departamento, Hoseok me recibió.

-Hola ¿cómo estás?-me había saludado con su tierna sonrisa.
-Hola, estoy un poco cansada-suspiré-ustedes deben estar el doble de cansados.

Hoseok rió con esa risa contagiosa tan característica de él y asintió. Me invitó a pasar.

-Si quieres espera a Kihyun en la habitación-sugirió-yo me quedaría hablando contigo pero estoy demasiado cansado, y los demás chicos están en sus habitaciones también, lo siento.
-No hay problema, que tengas buenas noches.

Lo saludé y me dirigí a la habitación de Kihyun. Entré y lo primero que hice fue mirarme en el espejo y acomodar un poco mi cabello. Me miré al espejo unos minutos hasta que sentí unas cálidas manos rodeando mi cintura.

-Llegaste-susurró en mi oído.

Su voz se oía algo ronca por el cansancio. Me giré para mirarlo, tenía el cabello húmedo y la piel al natural, sin maquillaje. Se veía tan atractivo que inconscientemente me mordí el labio. Al ver que hice eso, apoyó su nariz en la mía y cerró los ojos. Un cosquilleo se hizo presente en mi abdómen y por un momento, sin razón aparente, me sentí algo excitada. Tragué saliva, le di un beso suave en los labios y me aparté suavemente.

-¿Estás muy cansado?
-Sí. Pero quería pasar algo de tiempo contigo. ¿Qué opinas del concierto? Fue genial, ¿verdad?
-Claro que sí-Kihyun se sentó en la cama y yo me senté a su lado-hace tanto tiempo quería verlos en vivo. Estoy feliz de ser fan.

Kihyun sonrió, se levantó de la cama para buscar algo, y volvió con una caja que apoyó en la cama.

-¿Qué es?
-Quería mostrarte los regalos que las fans mandan. Sabes, no podemos quedarnos con todos los regalos... asi que cuando nos dejan conservar algunos, realmente soy feliz.

Abrió la caja, estaba llena de cosas. Tomé una de las cartas.

-Me gustaría leerla-lo miré a los ojos pidiendo permiso y el asintió.

" Para mi amado Kihyun:

He estado esforzándome mucho para mejorar. Tú me inspiras día a día pues veo lo perfeccionista que eres. Esa es una de las razones por las que me enamoré de ti en primer lugar..."

Paré de leer y aclaré mi garganta. Una sensación de incomodidad se hizo presente en mi pecho, un sabor amargo en mi garganta comenzó a hacerse presente. Dejé la carta sobre la cama, y por alguna razón me sentí algo molesta.

—¿Qué sucede?—preguntó confuso.
—No tiene importancia... solo veamos otros regalos.
—¿Qué pasa?—insistió.
—Creo que estoy celosa—aparté la mirada—es infantil de mi parte estarlo, lo siento.

Kihyun tomó mi mano y la besó. Al sentir sus labios un escalofrío recorrió mi cuerpo y me estremecí.

—Mírame—ordenó con seriedad.

Me resistí. Entonces me tomó del mentón con suavidad e hizo que lo mirara a los ojos.

—Mírame—repitió.

Me quedé en silencio. Él se acercó a mi oreja y susurró.

—Te amo...

Nuevamente sentí un cosquilleo en mi abdómen. Kihyun dejó un beso suave en mi cuello, y el cosquilleo que sentí se trasladó a mi entrepierna. Tomé aire profundamente intentando contenerme. Kihyun se separó nuevamente. Lo miré con una leve sonrisa, intentando disimular que comenzaba a sentirme algo excitada.

—¿Quieres seguir viendo?—señaló la caja y asentí.

Entonces tomó una pequeña bolsita. La abrió y dentro habían caramelos. Mis ojos brillaron al verlos, amaba las cosas dulces. Kihyun notó mi reacción, y sin decir nada, tomó un caramelo, lo abrió y lo puso en mi boca. Sonreí como niña pequeña.

—¡Está tan bueno! Prueba uno, Ki
—¿Debería?
—¡Claro!

Kihyun apoyó una de sus manos en mi muslo y lo acarició. Rápidamente acercó su rostro al mío y me robó un beso. Poco a poco fue intensificando el beso, y yo sentía que perdía la cordura: me había estado conteniendo porque los demás chicos estaban en el departamento y si teníamos sexo podrían oírnos. Intenté seguir conteniéndome, pero todo se fue a la mierda cuando él comenzó a meter su caliente lengua en mi boca. Nuestros besos ahora eran calientes y húmedos, llenos de deseo. Sentí también como poco a poco se humedecía mi entrepierna. Kihyun tomó el caramelo en mi boca con su lengua y se separó del beso, dejándome completamente excitada y agitada.
Lo miré confundida, con el rostro sonrojado.

—Tienes razón—sonrió pícaro—está muy dulce.

Me había provocado a propósito. Mi piel ardía buscando contacto con la suya. Sonreí yo también.
Dejé la caja en el suelo y me puse encima de él, poniendo ambas de mis piernas a los costados de su cuerpo. Lo empujé y ahora ambos estábamos acostados, yo encima de él, y él sobre la cama. Entonces me percaté de que él también se había estado conteniendo, pues sentí su erección en mi entrepierna.
S

u cabello estaba algo revuelto, y su frente estaba al descubierto. Su rostro algo rojo y sus labios húmedos brillaban. Él me miraba serio, mientras saboreaba el caramelo en su boca. No aguanté más. Comencé a mover mis caderas lentamente.

—Joder...—gruñó.

Me tomó de la cintura con algo de fuerza, con ambas manos. Comencé a moverme un poco más rápido. Aunque aún tuvieramos ropa puesta, se sentía jodidamente bien.
Kihyun deslizó sus manos y levantó mi falda para acariciar mi trasero y tomarlo con fuerza.

Pasados unos minutos no pude aguantarlo más. Me quité la ropa sin salir de encima de él, y él se apuró a quitarse la ropa como pudo. Unimos nuestros cuerpos con algo de desesperación y tuvimos sexo en esa misma posición.

Esa noche lo único que se escuchaba en la habitación era nuestros gemidos mezclados y superpuestos. Nada más importó, me perdí completamente en esos dulces besos.

『 Focus on me 』Kihyun +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora