『 Focus on me 』Kihyun +18

1; para adormecer el dolor

Me senté en el sofá mirando la hora en mi celular. Estaba esperando a mi amiga Jihyo para irnos de fiesta... solo quería olvidar a mi ex novio, Nate. Hace una semana cuando volvía de la universidad lo encontré en este mismo sofá, teniendo sexo con otra chica. Arruinó una relación de dos años, por la que yo había dado todo.
Mi celular sonó, y sin pensarlo mucho, atendí. Ni siquiera me fijé quién llamaba.

—¡Amor! Por fin atiendes, yo...

Y hasta ahí escuché. Mi ex novio seguía acosándome. Yo no me había atrevido a bloquearlo.
Apoyé mi celular sobre el sofá sin cortar la llamada y tragué saliva, intentando que no salieran lágrimas y arruinaran mi maquillaje. Entonces, justo a tiempo, Jihyo llegó.

—¿Qué pasa? Te ves hermosa.
—Nate...—señalé mi celular.
Jihyo frunció el ceño y tomó mi celular bruscamente.
—¡Deja de llamar, estúpido!—cortó la llamada y finalmente lo bloqueó.

Quise hablar pero tomó mi mano y prácticamente me arrastró a su auto.
En el camino me contó que era una fiesta organizada por una cantante famosa. Una fiesta VIP, donde probablemente habrían idols también.
Llegamos a la fiesta, y comenzamos a beber casi sin pensarlo. Bailamos juntas, hasta que comencé a sentirme mareada. Las luces de fiesta me mareaban aún más, asi que me separé de Jihyo para sentarme en una de las mesas. Lo que no me fijé, es que ya había gente. Y de hecho, me senté en las piernas de un chico.

—¿Estás bien?—me preguntó tocando mi hombro.
Quise ver su rostro pero no pude distinguirlo gracias a las luces y el efecto del alcohol, asi que me reí.
—Creo que está ebria—rió otro de los chicos.
—¿Qué te pasa? Tu también estás ebrio, idiota.—lo insultó otro
—¿Quieres beber con nosotros?—preguntó el chico sobre quien estaba sentada.
—Si—respondí dejando un beso en su mejilla.
Y así comenzamos a beber. Quería olvidarme de Nate, asi que no pasó mucho tiempo para que estuviera dándole besos repetidas veces al chico sobre quien estaba sentada, mientras compartíamos tragos de la misma botella. Nuestros besos sabían a alcohol.
—¿Cómo te llamas? Besas tan rico—acaricié su rostro.
—Solo dime K—respondió tomando mi mentón y acercándome a su rostro para prácticamente devorar mis labios en un jugoso beso de lengua.

Después de muchos besos me senté encima de él, frente a él, con las piernas abiertas. Sentí su miembro despertándose en mi entrepierna. Me besó una vez más y finalizó mordiéndome el labio inferior. Se levantó sosteniéndome del trasero y me cargó hasta una de las habitaciones cercanas.
Cerró la puerta y me apoyó sobre la cama. Se apoyó encima mío, y delinee sus labios con mi lengua. La única luz que iluminaba la habitación era la luz de la luna, que apenas entraba por la ventana. Ni siquiera podía ver su rostro, pero estaba volviéndome loca.
Abracé su cuerpo con mis piernas y le desabroché el pantalón. Empezó a jadear mientras jugábamos con nuestras lenguas. Sin dudarlo metí una mano en su bóxer y tome su miembro para masturbarlo. Estaba húmedo. Él comenzó a gemir y me tomó del pelo queriendo ser agresivo, pero fue gentil al mismo tiempo.
Corrió mis bragas y acomodó su miembro en mi entrada y comenzó a frotarlo una y otra vez, haciéndome gemir.
—¿Quieres hacerlo?—preguntó susurrando en mi oído, muy agitado.
—Por favor...—pedí entre gemidos.

Volvió a besarme e introdujo su miembro lentamente.
—Agh... dios...—gimió un poco aún besándome y comenzó a moverse rápidamente.
Tomó mi trasero con fuerza con una de sus manos y cada vez me folló más duro.
Tomó mi trasero con fuerza mientras me besaba con desesperación. Se separo de mis labios después de un rato y continuó penetrándome una y otra vez con fuerza.

—Me vengo...—advirtió.
Me acerqué a su cuello y comencé a besarlo. Estaba a punto de llegar al clímax, asi que para desquitarme, sin pensarlo, comencé a chuparle el cuello con fuerza. Él soltó otro gemido y se detuvo. Sentí como acabó dentro mío. Se separó  rápidamente y se levantó de la cama, tocándose el cuello.

—Yo... tengo que irme—se vistió rápidamente.
Estaba tan ebria que no podía pensar. Cerré mis ojos y me quedé dormida.