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Hace cinco días. . .

En la fortaleza de Muzan todo transcurría con normalidad, Muzan permanecía en su sector organizando sus próximos movimientos, algunas Lunas Superiores se mantenían haciendo sus cosas fuera de la guarida, otros no tenían nada que hacer y simplemente seguían allí. La Luna Superior Tres estaba perfectamente bien, estaba tranquilo, demasiado tranquilo. . .entonces recordó que desde ayer no tuvo noticias de el molesto de Douma. Seguro esta en su santuario, pensó.

-No puedo creer que hare esto.- dijo para sí, iría a revisar el lugar en donde la Pilar de la sangre dio sus últimos respiros, algo no andaba bien.

Con un sonido de la biwa, ya se encontraba en el lugar. Abrió la puerta de la habitación, al ver el lugar por primera vez no notó nada extraño, pero al analizar todo la habitación pudo comprobar que nada estaba bien. La ropa de Douma se encontraba arrojada en el suelo, el problema es que no tenía nada de sangre humana, Akaza ya conocía la forma en la que le gustaba comer a las mujeres, al recordarlo hizo una mueca de desagrado. Les gustaba torturarlas, hacer que griten y lloren de dolor, su ropa quedaba manchada de sangre humana. Y eso no era todo, no había ningún rastro de que esa cazadora estuviera muerta, no había partes de brazos o piernas, intestinos o cabellos, solo unos no muy grandes rastros de sangre por el tatami. Una de las paredes tenía un agujero, había marcas de cortes con algún arma en parte del suelo, y unos casi invisibles en algunas paredes. Siguió el rastro de las manchas de sangre hasta afuera de la habitación donde avanzaba unos cuantos metros y desaparecía, pero el olor a humano continuaba por mucho más, lo siguió por un tiempo. Sus sospechas eran ciertas. . .La cazadora había matado a la Luna Superior Dos y había conseguido salir del lugar.

El demonio trago en seco, no le molestaba en lo más mínimo que Douma este muerto, pero el debería decirle a su amo que esa cazadora no solo había matado a la Luna Superior Dos sino que también había escapado, y realmente le aterrorizaba cual podía ser su reacción...-

Tocó levemente la puerta, escuchó un gruñido de fastidió y luego unos papeles moverse.

-¿Qué sucede ahora?- Akaza entró para luego hacer una breve reverencia, siempre manteniendo su mirada en el suelo, sentía la intensa mirada de Muzan sobre su cuerpo lo que hizo que se aclarara la garganta incomodo.

-Lamento molestarlo, pero ocurrió un imprevisto.- El demonio de ojos rojos frunció el ceño.

-Ve al grano.

-La cazadora que la Luna Superior Dos trajo aquí, ella. . .logró matar a Douma y escapar.-en segundos el escritorio se había estrellado contra una pared, traspasando esta. El jefe de los demonios estaba furioso, esos cazadores siempre eran un dolor de cabeza, acabaría con esa plaga de una vez por todas.

-Avisa a el resto de las Lunas Superiores, debemos cambiar la posición de la guarida lo antes posible. -Akaza asintió y salió del lugar lo más rápido que le era posible, estos días serían difíciles. 







Narra T/n:

Al fin podré salir de este cuarto, Shinobu fue muy estricta con el tiempo de reposo, parecía que estaba vigilándome antes de que alcanzara a siquiera poner un pie en el suelo ella aparecía detrás de la puerta. Fueron días bastante aburridos, por suerte las niñas de la Finca de vez en cuando venían a verme y a jugar conmigo, últimamente Sabito a estado ocupado con misiones por lo que no he podido verlo. Mitsuri vino a visitarme hace unos días, me abrazó y dijo que estaba  preocupada cuando los demonios me secuestraron, me trajo unos Mochis deliciosos, realmente es una persona muy dulce.

Aún llevaba algunos vendajes, pero eran pocos a comparación con la cantidad que tenía la primer semana, y después de lo que pareció una eternidad pude volver al trabajo. Ya con mi uniforme de cazador y mi espada, me despedí de Shinobu, Kanao, Aoi y las niñas. Mi cuervo bajo del cielo informándome que ya tenía una nueva misión, me estiré un poco para luego salir rumbo a el pueblo indicado.



-Respiración de Sangre: Séptima postura. . .- di un último corte en la cabeza del único demonio que seguía en pie- Y ese fue el último. . .-                                                                                                          Luego de más de tres horas cortando cuellos demoníacos me encontraba cubierta de sangre, por suerte no me entró en la boca, es realmente asqueroso. Ese pueblo estaba infestado, creo que tendré que patrullar más horas mi sector, seguro los chupa sangre aprovecharon mi ausencia para refugiarse allí.

Y por fin llegué a mi Finca, parece que no estuve aquí hace una eternidad, ya se empezaron a acumular las telarañas. Prepare mi cena, tome una ducha y me senté en el techo de la casa para poder apreciar el cielo nocturno. Por precaución, más después de que me secuestraran, tenía mi espada carmesí a mi lado. 

Un sonido en el patio me alertó.

Luego se movió a mis espaldas, desenfunde la espada con cuidado de no emitir ningún sonido, pero la escondí de manera que lo que sea que este allí no pueda ver que llevó un arma. Mis sentidos percibían que no se trataba de un animal, o un cuervo de cazador, aún tenía mis dudas entre si era un humano o demonio.

Todavía estaba de espaldas a "eso" no me beneficiaría que la otra cosa supiera que ya lo descubrí. De un momento a otro saltó hacia el tejado, de un rápido movimiento agarre mi espada y dispuesta a rebanarlo en dos moví la nichirin, la frene en seco a centímetros de su cuello. Porque me percate de quien se trataba, esa cabellera melocotón y ojos lavanda eran inconfundibles, guarde la espada en su funda ante Sabito quien me miraba con sorpresa.

-¡Casi me matas del susto!- dije mientras me sentaba de nuevo en el techo.

-¡Y tú casi me matas!- dijo riendo, a lo que ambos estallamos en carcajadas.

-¿Y cómo no hacerlo si no preguntas antes de entrar a una Finca ajena?- dije mientras negaba lentamente con la cabeza, Sabito se rasco la nuca apenado, luego se sentó y se acostó en mi regazo. Mientras yo acariciaba su cabello, el cerraba los ojos y se dejaba llevar, esos pequeños momentos eran los que más disfrutaba a lo que yo llamaba felicidad, felicidad que me alienta a salir cada día a combatir los demonios con la esperanza de que cuando todo esto termine pueda estar siempre a su lado. 

No me percate en que momento el se había quedado dormido, lo deje descansar un rato, contemplando su rostro tan pacifico. Luego me acerque a su rostro y deposite un beso en sus labios, acto seguido abrió sus ojos y se sonrojo levemente, es taannn tieeernooo.

Mi sonrisa se borró unos momentos, al recordar todo lo que sucedió hasta el momento, Muzan pronto realizara su próximo movimiento y sé que cuando lo haga será una batalla que definirá el futuro de la humanidad. Dónde si llegamos a triunfar, no existirán los demonios. 

Y yo estoy dispuesta a darlo todo para conservar esta felicidad.

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Protegerte》Sabito x tú 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora