Proteger. Algunos lo hacen por amor, por amistad, o en otros casos por obligación, yo le prometí a Urokodaki que protegería a Sabito, era mi deber, pero los meses pasaron y me empecé a cuestionar.
¿Esa es la verdadera razón?
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AVISO:
- La port...
La prueba final ya había comenzado hace seis días, pero sorprendentemente no me tope con más de un demonio. ¿A caso este año hay menos demonios? No, siempre traen más, entonces ... ¿Quién habrá matado a la mayoría?
- "Que lastima" - pensé- Quería matar algunos, de que sirve venir a probar tus habilidades si ni siquiera tienes a alguien en quien probarlas.
Me propuse encontrar más demonios, y de paso salvar a los cazadores que se encuentren en apuros. Detuve el paso al escuchar unos gritos:
-¡NO ME COMAS! ¡NO ME COMAS! - Un cazador estaba gritando desesperadamente, ante un demonio que por supuesto no tenía ni la más mínima intención de escucharlo.
Salí corriendo en su auxilio, el demonio no habría comido más de cuatro o cinco personas, no sería un verdadero problema. Me impulse para dar un gran salto y poder cortar su cabeza, el estaba de espaldas a mí, por lo que ni vera quien lo mató.
La chica dio un gran salto, estando a la altura de la cabeza del demonio se puso en posición para ejecutar la primera técnica de la respiración de sangre "Estatua roja". Consiste en clavar la espada en el corazón del demonio solidificando toda la sangre en su cuerpo, paralizándolo por el tiempo que tarde su cuerpo en recuperarse de manera que se pueda cortar fácilmente su cabeza.
-Estas bie- no pude terminar de hablar ya que el chico salió corriendo, sin decir ni gracias.
Estaba enojándome porque el chico se fue sin agradecerme, pero un ruido de una espada cortando algo parecido a la carne me saco de mis pensamientos. Por un momento dude en ir a ayudar al cazador que probablemente estaba luchando contra un demonio, ya que parecía que estaba yendo bastante bien. Me quede oculta entre los arbustos, observando como un cazador de pelo color melocotón con ojos lavanda y una cicatriz en su rostro luchaba de manera espectacular usando las técnicas de la respiración de agua.
Me percaté un minuto después que no era él el único cazador allí, otro niño, con pelo negro y ojos azules lo observaba temblando, al parecer eran compañeros, ya que llevaban máscaras de zorro a un costado de su cara. Espera un segundo, esas mascaras son ... SON LAS MASCARAS DE UROKODAKI.
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¿Ellos son alumnos de Urokodaki?
En medio de mi duda de si son o no son sus alumnos, la pelea se intensifico y el imponente demonio de muchos brazos comenzó a reírse:
- ¡Te estas esforzando no es así zorrito! - El peli-naranja no le prestaba atención a sus palabras-¡Otro alumno de ese maldito Urokodaki, como disfrutare comerte! ja ja.
"Mis sospechas eran ciertas, tal vez debería intervenir en la pelea, el cazador se ve muy cansado" - pensaba mientras me preparaba para saltar de los arbustos. Justo en ese momento se rompe la espada del cazador, quien intento cortar el cuello de ese horrible demonio, pero no lo logró. Ese montruo debió haber comido por lo menos cincuenta personas, era demasiado fuerte, tal vez si el cazador no estaba agotado la espada habría acabado con el demonio.
