𝙲apitulo 5

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JUNGKOOK

Busqué entre mi ropa hasta encontrar lo que mejor se me viera.

Era raro, pero estaba nervioso al momento de arreglarme para ir a casa de Tae.

Casi siempre soy yo el que pone nerviosos a los chicos, no ellos a mí. Reí ante lo absurdo de la situación.

Vamos Kook, eso sólo un chico más.

A decir verdad, Taehyung era el primer chico que me retaba de ésta forma, que me confundía y que me hacía dudar hasta de mi propia existencia.

Nunca olvidaré su primera reacción al conocerme. Inmediatamente me dejó sin palabras. Pero vamos, se está haciendo el difícil. Tarde o temprano estará comiendo de la palma de mi mano. ¿cierto?

Aun así, debo dar una buena impresión.

Después de todo, la conquista es lo mío, sólo que Taehyung está resultando algo diferente a ls demás, pero nada que yo no pueda arreglar.

Tomé la chaqueta que había apartado hace algunos minutos y salí de mi habitación.

Tomé las llaves de la moto y le grité a mi madre, esperando que pudiese escucharme.

—¡Saldré! ¡Regreso en un par de horas!

Subí a la moto que acababan hace no mucho de comprarme mis padres por mi cumpleaños. Supongo que era una forma en que mi padre me recompensaba por no pasar tanto tiempo conmigo.

Recordaba la dirección de Tae a la perfección. Una sonrisa se dibujó en mi rostro inconscientemente al recordar como lo seguí hasta su casa y aunque le costara reconocerlo, estaba algo nervioso.

No olvidaré la promesa que le hice antes de prácticamente cerrarme la puerta en la cara y yo siempre cumplo lo que prometo.

Antes de llegar a su casa, encontré un puesto de flores. Genial.

Casi siempre funcionaban los detalles.

A excepción de la chica que era alérgica a las flores y terminé llevándola al hospital. Nada grave, pero todo se arruinó.

No me considero una persona egocéntrica o un chico "rompe corazones".

Yo soy claro con lo que quiero, siempre digo la verdad, cuando un o una chica deja de interesarme, soy honesto y se lo hago saber, no creo que eso sea romper un corazón, simplemente digo lo que siento, lo demás es problema de ellos. Y cuando alguien me interesa, tampoco tengo por qué ocultarlo.

Compré la flor más bonita que encontré.

Supongo que fue lo más acertado. A los chicos como Taehyung siempre les gusta éste tipo de cosas.

Subí de nuevo a la moto y me puse en marcha al destino al que debía llegar.

Cuando bajé, tomé la flor entre mis manos, suspiré nervioso y me acerqué a la puerta. Toqué una, dos veces y abrieron.

Una chica con pelo castaño algo revuelto y ojos miel, como los de Tae.

—¿Se encuentra Taehyung? —pregunté tratando de sonar imponente. Me miró de pies a cabeza. Luego se giró y gritó.

—¡Taehyung—shi! ¡Tu novio ha llegado! —ahogué una risa al escuchar esto.

Probablemente el la mataría más tarde por decir eso.

—Maldición. Jisso!!!.  Es un estúpido compañero. ¿Por qué demonios no puedo tener una hermana normal? —escuché a Tae hablar dentro de la casa mientras se acercaba.

La chica simplemente rio y se alejó de ahí, dejando ver a un Taehyung muy enojado. No pude borrar la sonrisa de burla de mi cara.

—Qué lindo se ve mi novio —dije burlón—. Sólo tengo una duda... ¿Por qué no me avisaste antes que ya somos novios? —pregunté divertido. Rodó los ojos como hace cada vez que digo algo que le molesta.

Pasa antes de que me arrepienta de dejarte entrar —se hizo a un lado dándome permiso de cruzar la puerta.

Había olvidado la flor que traía en la mano así que actué rápido y la estiré hacia él.

—Una flor para el chico más lindo —sonreí. Me regresó una sonrisa, pero falsa.

Mierda. No le gustó la flor. Quizá es fan de los girasoles o de los caramelos.

La tomó sin elección alguna y su reacción no fue la que yo esperaba.

—Te das cuenta de que es una reunión para hacer un trabajo y no una cita ¿verdad? —parpadee atónito.

—¿No te gustan las flores? ¿Quizá los caramelos? —pregunté preocupado—. Oh demonios... ¿Eres alérgico?—rio y de cierta forma esto me relajó porque su risa fue auténtica y de diversión.

Probablemente se reía de mí y no conmigo, pero en éste momento me daba igual mientras él no se molestará.

Suenas como un estúpido, Jungkook.

—La planta está bien —rascó su nuca—. Gracias... supongo. Pero ahora lo que importa es el trabajo. Recuérdalo. Vienes solo por eso —bufé.

—Sí, sí. Lo sé.

—Vayamos a mi habitación. Ahí está mi computadora —dijo más tranquilo. Alcé las cejas y sonreí.

—Creí que no querías nada conmigo —bromeé. Me fulminó con la mirada, pero me ignoró y comenzó a subir las escaleras. Solo lo vi de espaldas y empecé a seguirlo.

Esto aún no termina, Taehyung.




𝚈𝚘𝚘𝚗𝚔𝚒𝚎

Antes de Irte    •𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒂𝒆•   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora