𝙲apitulo 24

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Me miro en el espejo. Mi semblante demacrado hace que quiera vomitar.

El chico que se encuentra frente a mí ya no es el mismo y lo sé. Me siento diferente, ya no me siento yo.

                   
Acomodo mi cabello dejándolo caer en risos cubriendo mis ojos levemente.

Miro mi ropa negra en el espejo y después tomo uno de los lentes de fantasia que tengo. Sé que si lloro de nuevo se verá pero ocultan algo.

                   
Mi hermana se ofreció a acompañarme al entierro y acepté su propuesta.

Jinhyo hizo todo muy rápido y la entiendo. Mientras todo sea más rápido, mejor.

                   
—No llores —me dije a mí mismo frente al espejo.

                   
Bajé al primer piso, donde mi hermana y mi madre se encontraban desayunando. Jisoo ya vestía el mismo color que yo y mi madre portaba su uniforme del trabajo. Me miraron sorprendidos o asustados, no lo sé.

                   
Anoche mi madre tocó mi puerta después de escuchar todo el escándalo que hice pero le grité que quería estar solo y lo entendió.

                   
—Buenos días —murmuré.

—Buenos días —contestaron los dos al unísono.

—Cariño, ¿qué quieres que te prepare de desayunar? Puedo hacerte un...

—No —le interrumpí—. No tengo hambre —asintió no muy convencida.

—Si gustas... Puedo acompañarte. Le diré a Lily que me reemplace sólo hoy y podré ir conti...

—No hace falta —interrumpí nuevamente—. Creo que es mejor así —me observó unos segundos y luego miró a mi hermana posiblemente pidiendo su ayuda.

                   
Sabía que esto era muy extraño para ellos. Nunca me habían visto deprimido así de mal.

                   
Porque así es cómo me siento. Mal.

                   
Creí que al dormir, despertaría y me daría cuenta de que todo fue sólo un mal sueño, pero no. Eso no sucedió.

                   

(...)

                   
Mirar la lápida me causa escalofríos. Siento mis piernas temblar y mi corazón late demasiado rápido.

                   
Miro alrededor. Jinhyo está en un completo mar de lágrimas, su esposo —al que acabo de conocer— trata de consolarla. Hay algunos chicos y chicas del instituto. Después de todo, Jungkook era popular. Era inteligente, lindo y muy divertido. Simplemente el paquete completo.

Mi chico.

La vida es tan injusta.

                   
Mis ojos se inundan de lágrimas pero nadie puede verlo debido a los lentes y mi cabello. Mis amigos y mi hermana me dan una mirada de lástima y una lágrima corre por mi mejilla pero trato de limpiarla rápido.

                   
Como si el día no fuera ya lo suficientemente triste, el clima es pésimo. El cielo está completamente cubierto por grandes nubes grises y el aire se siente tan frío que eriza mi piel.

                   
El cementerio está demasiado fúnebre. Jungkook no merecía esto.

                   
Yo debí sufrir eso y no él.

                   
Yo debería estar muerto y no él.

                   
—Él estará bien —susurrá mi mejor amiga abrazándome por el hombro.

                   
Y aquí voy de nuevo. Rompo en llanto una vez más.

                   
No puedo evitar sentir todas las miradas de los chicos del instituto. Deben pensar que estoy loco.

                   
No caben tantas emociones en mi cuerpo. Desde tristeza y dolor hasta rabia y rencor.

                   
Eres un idiota, Taehyung.

                   
Lo soy. Soy un idiota.

                   
Todo pasa tan rápido que no soy capaz de procesarlo aún.

                   
Cuando todo termina, mi hermana y yo vamos de regreso a casa. Entro a ésta sin mucho humor, obviamente y corro a mi habitación para encerrarme otra vez.

                   
Maldigo en voz alta todo lo que se me viene a la mente.

                   
Tengo millones de llamadas perdidas tanto de Jimin como de Eujin, por lo que prefiero apagar mi celular para que no molesten.

                   
Cubro mi cara con ambas manos. Involuntariamente recuerdo el rostro de Jungkook. Sus grandes ojos obscuros, su pelo negro y el lindo lunar bajo su labio inferior llega a mi mente, causando una gran punzada en mi pecho. Cierro mis ojos muy fuerte y golpeo la pared de mi habitación.

                   

(...)

                   
El sonido del otro lado de la puerta hace que despierte. Miro la ventana y ya está por anochecer.

                   
—Pasa —dijo lo suficientemente fuerte.

Mis pulmones arden tanto como mis ojos y ni hablar de mi garganta.

  Mi madre se asoma con delicadeza y sonríe un poco pero no soy capaz de regresarle la sonrisa.

—¿Podemos hablar, pequeño? —pregunta. Asiento y me incorporo en la cama.

—Supongo que hablaremos sobre lo que ocurrió —digo seria. Suspira.

                   
—Escucha... Sé que estás muy triste por... —lo piensa un poco—. Por lo que pasó. Pero no debes sentirte mal contigo mismo. Jungkook... Jungkook era un buen chico, sólo que a veces la vida es muy confusa y...

                   
En ese momento, recuerdo que no he hablado con mi madre sobre mis sentimientos hacia Jungkook. Hasta pensar en su nombre me causa dolor.

                   
—Mamá... —mi voz se quiebra y mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas—. Yo estaba enamorado de el—digo llorando—. No quería admitirlo pero era verdad.

                   
Mi madre me mira con algo de empatía, se acerca un poco más a mí y me abraza con tal fuerza que me hace sentir tan débil e insignificante. Y es que eso soy. Soy una persona débil.

                   
Lloro junto a mi madre hasta quedarme dormido una vez más.

                   
                   

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Ya casi se acerca el final:(
Gracias por leer <3
--yoonkie

Ya casi se acerca el final:(Gracias por leer <3--yoonkie

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