𝙲apitulo 15

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—¡TAE! —Jimin grita para que pueda escucharlo.

Cierto. Por poco olvido despedirme de el. Me giro y lo veo. Levanto las cejas.

—Jiminie... Creo que... Llevaré a Jungkook a su casa.

—¡Chicos! —Eun hace que nos sobresaltemos, uniéndose a nosotros.

—Sí que está ebrio —ríe y señala a Jungkook. El muy idiota me mira con una tonta sonrisa. Cierro los ojos fuerte, suspiro y luego vuelvo a abrirlos.

—Lo sé. Bueno... Yo creo que nos vamos...

—No. Espera. Yo llevo a Jungkook a su casa. No te preocupes... —me interrumpe Jimin.

—No —le interrumpo yo ahora—. Yo lo llevaré. Se la debo por las veces que él me ha llevado a la mía —sonrío.

—Hablan cómo si yo no estuviera aquí —interviene Jungkook enojado, pero por lo ebrio que está, se ve gracioso.

—Bien. Nos vamos — sonrío a Eun y Jimin. El mira mi mano que aún toma la de Jungkook.

—Diviértanse —me da una sonrisa pícara antes de abrazar a Eun y alejarse juntos. Sacudo la cabeza y vuelvo mi atención a Jungkook.

—Te ves precioso —susurra torpemente en mi oído.

—Muy bien, chico guapo. Consigamos un taxi —suspiro y lo saco de la casa para poder estar en la acera.

Llamo al servicio de taxis y llega en menos de cinco minutos.

Jungkook no hace ningún comentario durante esos cinco minutos. Está muy, muy ebrio.

—Sube —le ordeno abriendo la puerta del taxi para que entre.

—Qué mandón —se queja, pero aun así sube. Después subo yo.

Agradecí que aún ebrio, Jungkook pudiera recordar la dirección.

—Seguro —me miró el taxista por el retrovisor—. Sólo cuida que tu novio no vomite en el asiento.

—No es mi novio —dije rápidamente.
Antes de que el chófer pudiera contestar, Jungkook habló:

—Porque tú no quieres que lo sea —me miró con el ceño fruncido. Rodé los ojos.

Afortunadamente, Jeon no ha dicho nada, sólo mira el camino pacíficamente, pero espero que eso no lo maree y vomite. Como si leyera mis pensamientos, voltea hacia mí y sonríe como estúpido.

—¿Sabes? —susurra muy cerca de mí—. Eres un chico muy hermoso e inteligente.... Aunque algo difícil de tratar —frunce el ceño —, pero me encantas —sonríe.  Abro los ojos como un par de platos, parpadeo y después reacciono. Sonrío yo también.

—Estás ebrio —río.

—Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad —contesta.

Decido guardar silencio y minutos después, Jungkook se queda dormido en mi hombro tomándome fuertemente de la cintura subiendo una de sus piernas en mi regazo, el muy idiota se acomodó como niño pequeño sobre mí.

Llegando a su casa, recuerdo que no traigo dinero conmigo. Busco en el bolsillo del pantalon de Jungkook.

—¡Oye! ¡No abuses de mí! —me dice frunciendo el ceño.

—Guarda silencio y deja de moverte. No ayudas Jungkook— Le digo sacando su billetera.

¡Bingo!

Encuentro un billete y se lo doy al chófer.

—Quédese con el cambio.

—¿Intentas violarme y luego me robas? —pregunta confundido saliendo del auto.

Antes de Irte    •𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒂𝒆•   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora