Antes de Irte •𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒂𝒆•

𝙲apitulo 16

JUNGKOOK

Estúpido alcohol.

Estúpidos celos.

Estúpido yo.

No dejo de pensar en el hecho de que Taehyung me haya traído ebrio a casa.

Estoy apenado. No. Estoy avergonzado. Maldición. Debe pensar que soy un idiota. Bueno, eso lo pensó cuando me conoció, pero, aun así.

Necesito pedirle disculpas.

El fin de semana pasó como si fuesen años. Dudaba en enviarle un mensaje agradeciéndole o pedirle disculpas, pero la pena me mata a cada segundo.

Desafortunadamente, hoy es lunes y hay clases. Debo pedirle disculpas sí o sí.

Por eso mismo evito tomar demás. Pero sentía un gran enojo dentro de mí. El simple hecho de pensar que el estúpido ese con el que bailaba aún babea como idiota por él y que él no se dé cuenta me hacía sentir impotente.

Y vaya que el alcohol y los celos no son una buena combinación.

—¿Has visto a Tae? —le pregunto a Jimin que está a lado mío. Estamos en Cálculo y ésta es una de las clases que compartimos juntos.

He esperado encontrar a Taehyung desde que llegué, pero no lo he visto. Y de cierta forma me alegra no tener que enfrentarme a él, pero sé que tarde o temprano tengo que hacerlo.

Asiente rápidamente.
—Descuida. El vino. Pronto podrás disculparte —me sonríe y sigue con su vista fija en la clase.

—Soy un idiota —confieso.

—Dime algo que no sepa —bromea.

—Muy gracioso —entrecierro los ojos divertido.

La clase terminó y el descanso para comer empezó.

Caminé hacia la cafetería con unos nervios terribles. ¿Por qué demonios Tae siempre me hace sentir así?

Llego a la cafetería y encuentro a Tae y Eun en la mesa donde acostumbran sentarse. Tae está de espaldas así que no puede verme.

Camino hasta llegar a su lado, el me mira y sonríe. Mierda siempre ha sido así de lindo o justo hoy se ve aún más lindo.

Bueno, ahora me siento más apenado e idiota.

—Tae... ¿Puedo hablar contigo? —rasco mi nuca nerviosa. Mira a Eun, dudando si debería hablar conmigo, pero ella lo aprueba rápidamente.

—Seguro —muerde su labio, nervioso también.

Se pone de pie y comenzamos a caminar los dos hacia un pasillo del instituto, donde se encuentran loa casilleros. El lugar está prácticamente desierto, así que decido que es bueno pedirle disculpas aquí. Me detengo tomando su mano y él también lo hace, poniéndose frente a mí.

—Yo... —miro el suelo y me armo de valor—. Lo siento. No quería que me vieras en ese estado... —una sonrisa casi quiere formarse en su rostro y noto como sus nervios desaparecen—. Jimin y mi madre me contaron lo que sucedió. Y, bueno, me disculpo por eso —agacho la cabeza arrepentido.

—No te preocupes. Supongo que a todos nos pasa alguna vez... Por eso mismo no tomo —sonríe divertido y yo lo imito.

—Siento que mi madre haya tenido que llevarte a tu casa —meto las manos en las bolsas de mi pantalón.
Frunce el ceño.

—¿Sabes? Me cayó muy bien. Es una buena persona —sonríe.

—Porque no la conoces del todo —digo en casi un murmuro pero el parece escucharlo. Me golpea en el hombro nada fuerte pero molesto.

—Tu madre te adora. Aunque no lo creas —me mira enojado. Se ve tan dulce que casi me hace reír.

—¿Ah sí? —levanto una ceja. Asiente.

—Sé que te ama... —lo miro inexpresivo—.  Y tú a ella. Es una gran persona, Jungkook. Sé que lo sabes, sólo que eres algo terco —sus labios forman una sonrisa de lado

—. A veces las madres no siempre hacen lo correcto o tampoco es que haya un tonto manual que les diga qué hacer y qué no. Tu madre quiere lo mejor para ti. Quizá tú no lo creas pero así es.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —cuestiono.

—Es fácil, Jungkook. Ella es tu madre y cualquier madre ama a su hijo. Y eres un gran chico —noto como se sonroja ante su confesión, pero luego sigue—. Debe estar muy orgullosa de ti. Habla con ella. Dile qué es lo que quieres que ella te dé. ¿No has pensado que ella te compra todo lo que necesitas o quieres sólo para hacerte feliz? Supongo que no te ha hecho falta nada nunca —lo miro y niego con la cabeza—. Entonces dale una oportunidad —sonrío.

—Lo pensaré —contesto.

Una sonrisa de pura alegría adorna su rostro y de inmediato me contagia su felicidad.

Y en ese momento, al ver cómo habla con tal tenacidad, cómo se aferra a su opinión con una increíble pasión por hacerme saber que está en lo correcto y el entusiasmo con el que busca que yo tenga una buena relación con mi madre, me doy cuenta de que ya no hay vuelta atrás, ya no hay más remedio que aceptarlo.

Estoy completa y perdidamente enamorado de Kim Taehyung.

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Hii volvimos:)))
Sorry por la demora no ha sido un buen estante pero aquí seguimos.
No puse mucha atención y lo hice la carrera, espero no halla errores.

Gracias por leer.

♡Yoonkie

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