- ¡Oh! Es un honor que el presidente del comité y su comidilla visiten personalmente mi puesto - comentó el mayor de los gemelos cuando el integrante más joven de Heartslabyul y los de Ramshackle dorm entraron al aula - bienvenidos al stand del club de amantes de la montaña.
- ¡Ah~! ¡Kingyo-chan y Okiami-chan! Bienvenidos - exclamó el menor de los hermanos alegremente - aquí hay un pequeño regalo para el primer cliente del día. Es un hongo misterioso que Jade escogió - explicó agarrando al pelirrojo en contra de su voluntad e intentando que engullese el hongo en cuestión.
- R-Realmente no hay de que preocuparse pues no es un hongo venenoso - intervino la pelirroja intentando aligerar el ambiente - se llama hongo de concha marrón.
- ¡Haz algo con tu hermano o tendré que poneros collares a los dos! - amenazó el de orbes plateados ignorando la explicación de la pequeña.
- ¿A qué viene este alboroto? - preguntó el peliverde entrando a la estancia - Oh... Este puesto se especializa en terrarios y fotografías, eh - comentó ignorando a su amigo y observando con curiosidad el lugar.
- De hecho, la exposición exhibe los objetos que Inku y yo recogimos en la montaña - explicó el mayor de los gemelos con una pequeña sonrisa.
- Ahora que lo pienso, Floyd ¿por qué estás aquí en primera instancia? - preguntó el de mechones de corazón liberándose del agarre del contrario - estás en el club de baloncesto ¿verdad? Y por lo que tengo entendido ellos están encargados de la construcción del escenario azul y aún no han terminado - añadió fulminando al nombrado con la mirada y apoyando una mano en su cadera.
- No tenía ganas, así que me echaron por no ayudar, ajá~ - contestó el menor de los heterocromáticos con una sonrisa.
- El festival cultural se celebra gracias al esfuerzo conjunto de todos los estudiantes ¡Dejar tus responsabilidades solo porque no te apetece es una grave infracción de las reglas! - exclamó el líder de Heartslabyul mientras su rostro se tornaba del mismo color que su cabello.
- Me da igual - contestó el contrario encogiéndose de hombros - además, más tarde tendré que trabajar en el Mostró Lounge y cargar con un barril enorme y vender bebidas. Ah, qué molesto ¿por qué tengo que trabajar mientras Jade puede jugar en su club? - cuestionó algo molesto.
- ¡Estamos en medio de una inspección! ¡No vinimos a jugar! - gritó el prefecto de Heartslabyul y la pequeña temía que se produciera algún asesinato.
- Floyd, no te burles de él - pidió el mayor de los gemelos ocultando una sonrisa divertida - el personal que ayude a repartir las bebidas recibirá una recompensa ¿recuerdas? - añadió intentando mejorar el humor de su compañero.
- Sabes que eso realmente no me importa - contestó el nombrado con molestia mientras tomaba a la de cabello trenzado y la achuchaba como si fuera un peluche - además, siempre estás buscando comida en las montañas ¿estás seguro de que no eres un club deportivo? - cuestionó levantando una ceja inquistiva.
- Realmente el club se centra en el senderismo y la apreciación de las montañas durante los paseos - explicó la heterocromática.
- Veo bastantes imágenes de plantas y piedras ¿también hacéis fotos? - preguntó el pelirrojo admirando el lugar con curiosidad.
- Efectivamente - contestó Jade sin dejar de lado su sonrisa dentada - sin embargo puede que no sea de mucho interés particular para las personas que siempre han vivido en tierra firme pero para alguien criado en el mar son bastante raros - explicó - supongo que esa es una de las razones por la que somos dos miembros - añadió algo deprimido, y era bastante curioso que Inku se uniera a este club teniendo en cuenta que no es una sirena, o eso pensaban sus compañeros y aunque tengan parte de razón, no saben un detalle muy importante. Ella vivió toda su vida en un hospital debido a su condición médica, por lo tanto las salidas al exterior eran extremadamente raras por no decir inexistentes, así que incluso una simple piedra era como un tesoro para la pelirrosa.
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La dama de las sombras 2//Twisted Wonderland//
Fanfiction¿A dónde vamos? - preguntó nerviosa la pequeña de cabellos rosas con las manos sobre las rodillas. - Lejos de allí - contestó el moreno sin apartar la mirada de la carretera, todo se quedó en silencio por unos segundos - siento haberlo arruinado tod...