Capítulo 26

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- ¿T-Todas estás cajas contienen phantoms? - cuestionó la pelirrosa mirando con miedo la estancia en la que acababa de entrar. Una gran habitación llena de cajas hasta el techo con una zona de agua en el centro para refrigeración.

- ¡Exacto! ¿¡No es increíble?! - exclamó alegremente una voz - es una casa llena de phantoms de todo el mundo - aseguró.

- ¡Mierda! ¡La puerta está cerrada! - maldijo el de pelo lila mientras forcejeaba con la puerta - urk... no va a abrirse.

- Esto es cosa de Ortho... - habló el de puntas morada fastidiado.

- Bingo~ - les felicitó el nombrado apareciendo delante de ellos en forma de holograma - ¿y bien? ¿estáis disfrutando vuestra estancia en la mazmorra? - cuestionó sin borrar la sonrisa de su rostro - vuestra segunda prueba comienza ahora; tendréis que pasar por este asilo antes de poder seguir avanzando - comenzó a explicar - pero necesitaréis una identificación y una contraseña para abrir la puerta, ya que, me encargué de anular la tarjeta que ya tenéis, inutilizándolas. Sería muy aburrido que fuera tan fácil ¿no? - cuestionó con una mueca retorcida.

- Oh, qué considerado de tu parte - contestó el de orbes amatista con sarcasmo.

- Dicho esto ¡esta misión es una caza del tesoro! - exclamó el de cabello flameado confundiendo a los contrarios - ¡las reglas son muy simples! Una de estas jaulas contiene un phantom que protege la identificación que necesitáis para salir - explicó - ¡Encontrad la jaula correcta para obtener el ID y salir de aquí! - añadió.

- ¡E-Eso es imposible! ¡Hay demasiadas cajas! - argumentó la pelirrosa preocupada, con tan sólo imaginarse revisando las jaulas una por una estaba comenzando a sentirse mareada de nuevo.

- Sabía que diríais eso - contestó el menor soltando una risa entretenida - muy bien, os daré una pista especial - aseguró - Os señalaré algunas jaulas, así que memorizadlas ¿vale? Ahí voy, ¡Esa, esa y aquella! En una de esas tres cajas se esconde la identificación ¡Os deseo buena suerte! - se despidió alegremente para después desaparecer. Todo se quedó en silencio por unos momentos hasta que unos gruñidos y crujidos siniestros, hicieron acto de presencia, empezando a estresar más a la pequeña.

- Esto es malo... Los phantoms están empezando a despertar... - murmuró el viceprefecto preocupado con un semblante serio.

- Podría ser una trampa, pero echemos un vistazo a las jaulas que señaló Ortho - decidió el más alto comenzando a avanzar por la sala seguido por sus compañeros de equipo - voy a abrir la jaula ahora, preparaos - pidió levantando su varita.

- Epel-kun, Inku-kun, quedaos detrás de mí - ordenó el de orbes jade interponiéndose entre los jóvenes y la caja.

- ¡N-No será necesario! ¡Puedo defenderme yo solo! - aseguró el de cabello lila determinado.

- Escucha, Epel-kun - pidió el de sombrero extravagante girándose hacia el nombrado con una sonrisita entretenida - ponerse a cubierto detrás de alguien no siempre significa tener miedo o huir - comenzó a explicar - ocultar tu presencia te permite observar las debilidades del contrario, y ofrecer respaldo en caso de que algo suceda, hay estrategias que no puedes hacer a menos de que estés en la retaguardia - concluyó.

- Hay más en la lucha que simplemente estar en el frente, pequeña manzana - intervino el de puntas moradas.

- Entiendo... ¡Dejadme a mí la defensa! - pidió el más bajito determinado.

La dama de las sombras 2//Twisted Wonderland// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora