Capítulo 15

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- ¡Vaya! ¡Qué canción tan pegadiza! - exclamó alegremente el prefecto de Scarabia al escuchar la canción de los estudiantes de RSA.

Los ojos de la pequeña se iluminaron en cuánto empezó a sonar la música. Obviamente se ilusionó al reconocer que la canción que sonaba era una de sus favoritas de la película de Blancanieves. Podías ver como balanceaba de un lado a otro sus piernecitas al ritmo de la música.

- ¡Ah, uno de ellos tropezó! - exclamó el minino señalando el escenario - Neige lo ayudó a levantarse, pero...

- Sinceramente, la calidad no es algo a lo que temer - añadió el de orbes chocolate completando lo que iba a decir el de orejas flameantes.

- No son merecedores de que sean llamados nuestros rivales, eh, Vil-sempai - bromeó el de dibujo de corazón girándose hacia el nombrado con una expresión divertida que no tardó demasiado en desvanecerse en cuánto vio la cara del prefecto de Pomefiore.

- Se acabó... - murmuró el de puntas moradas en total shock, la pelirrosa se asustó bastante al escucharle decir eso, temía que entrase en overblot en aquel momento.

Su atención se desvió al escuchar levemente como el personal de filmación tarareaba alegremente la canción de Neige.

- ¿E-Esta es la personalidad adorable de la que me advirtieron? - preguntó sorprendido el de cabello lila en un susurro.

- ¡Gracias a todos por escucharnos~! ¡Los amamos~! - exclamó el de cabello negro alegremente al acabar de cantar. Los aplausos y vítores no tardaron demasiado en hacer acto de presencia y a la vez los periodistas se abalanzaron contra el de orbes ámbar para felicitarle.

La heterocromática tuvo un mal presentimiento con todo aquello y se giró levemente para comprobar cómo iba el de orbes púrpura, pero al hacerlo se arrepintió al instante.

En vez de ver al de puntas moradas había una sombra de ojos luminosos mirando fijamente el escenario. Su cuerpo se tensó casi al instante y el agarre sobre su peluche se hizo más fuerte, además de un continuo goteo que comenzó a sonar dentro de su cabeza que con el paso de los segundos se hacía más fuerte.

- ¿Vil...? - le llamó el de sombrero extravagante sacándole tanto a él como a la pequeña de sus trances - ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Te veo muy pálido - añadió sin esconder su preocupación.

- Estoy bien, no hay nada de que preocuparse - aseguró el contrario con una expresión tranquila - esto fue una pérdida de tiempo total, me iré al vestuario - dijo para acto seguido marcharse. La heterocromática ya tenía más que claro que algo malo pasaría, no había que fijarse demasiado en la actitud del prefecto para darse cuenta, pero realmente no quería ¿acaso lo único que podía hacer era esperar a que pasase y después derrotarle? Realmente le gustaría pensar en una solución mejor para este problema, pero no se le ocurría nada ¿por qué siempre tenía que ser tan inútil?

- ¿Inku-san? ¿Ocurre algo? - preguntó el de cabello lila al ver como la fémina se había quedado estática mirando por dónde se había ido el prefecto de su dormitorio.

- ¿Qué pasa? ¿Tienes hambre? - cuestionó el animalito al darse cuenta de la actitud distante de su compañera.

- No la compares contigo - le recriminó levemente el pelirrojo de Heartslabyul.

- Yo tengo hambre ¿queréis ir a por algo? - propuso el de dibujo de pica recibiendo una respuesta afirmativa de la mayoría.

Todos se levantaron de sus asientos y se marcharon de allí, pero cuando Grim iba a seguirles el agarre de la pelirrosa le detuvo e hizo que se girase hacia ella extrañado.

La dama de las sombras 2//Twisted Wonderland// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora