La dama de las sombras 2//Twisted Wonderland//

Capítulo 31

- Ah... Qué hermoso amanecer... - exclamó conmovido el cazador. El avión había despegado y finalmente habían salido de la isla de los lamentos, permitiendo a los jóvenes disfrutar, ahora, de un hermoso amanecer sobre el infinito océano. Una vista inigualable que fascinó a todos, aunque aquella alegría no tardó demasiado en desvanecerse pues se empezaron a escuchar unos lamentos provenientes del prefecto de Pomefiore.

- Y-Yo... Yo sólo tengo 18 años, pero estoy lleno de arrugas... - se quejó, sin poder detener las lágrimas de sus ojos - ¿¡Qué voy a hacer?! Así no podré presentarme a más castings... Quería ser como mi padre, que, aún en su mediana edad, sigue interpretando papeles... Pero... Pero... ¡Ya no puedo! - gritó, acabando de romperse.

- Me duelen los oídos... - murmuró el minino con lágrimas en sus ojos por el dolor mientras se tapaba los oídos.

- Oh, mi querido Roi du poison, tus lágrimas me rompen el corazón... - comentó el de sombrero extravagante entristecido - incluso si no puedes ser como antes, eres el más hermoso del mundo - aseguró, intentando animarle.

- Lo sé, lo sé, pero ese no es el problema actual... - contestó el contrario sin poder parar de llorar.

- ¡Uh, señor conductor! ¡Llévenos a la escuela rápido, por favor! - pidió el de cabello lila temiendo el viaje que les esperaba con tanto ruido. Los lloros y lamentos de Vil resonaron por la nave durante todo el trayecto de vuelta, lo cuál impidió que el resto del grupo pudiera descansar en condiciones. La heterocromática maldijo en ese momento no tener al señor abrazos con ella, puede que eso hubiera ayudado, ya fuera para que el contrario se calmara, o para que ella pudiera dormirse más fácilmente.

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- Ah~~... Finalmente llegamos a la escuela... - suspiró el de orejas de león exasperado mientras bajaba de vehículo con la mano apoyada sobre su frente - estuve a punto de perder los tímpanos después de tres horas de llanto histérico en esa reducida cabina - añadió con un notorio dolor de cabeza.

- Era de esperar de un artista famoso... La resistencia de sus pulmones y volumen de voz es muy diferente a la de nosotros, los simples mortales... - añadió el integrante de Scarabia cansado mientras depositaba en el suelo a los estudiantes de Ramshackle dorm.

- Deberíamos apresurarnos y hacer que el personal médico de la escuela nos eche un vistazo - intervino el líder de Heartslabyul poniéndose levemente serio.

- Vil ¿puedes caminar? - cuestionó el viceprefecto de Pomefiore gentilmente mientras se acercaba a su amigo.

- No me trates como si fuera un viejo, por favor - pidió el nombrado, aún deprimido.

- No seas así, apóyate en nuestros hombros, por favor - dijo el integrante más joven del dormitorio, mientras ayudaba al contrario. Aunque aquella tarea se vio interrumpida por una voz, bueno, más bien, un grito.

- ¡¡LEONA-SAN!! - gritó el de orejas de hiena mientras se acercaba al grupo de recién llegados junto al de orejas de lobo - si no volvía toda mi zalamería se habría ido a la basura ¡me alegro tanto de ver que sus inútiles y vagas piernas funcionan todavía! - exclamó recuperando el aliento por la carrera.

- "Toda mi zalamería se habría ido a la basura", es una cálida frase de bienvenida, Ruggie - contestó el mayor con una sonrisa entretenida mientras se acercaba a los contrarios.