Capítulo 25

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— ¿Cómo te sientes, mocosa? —le preguntó con ese tono de indiferencia de siempre.

— No soy una mocosa, deja de llamarme así —se quejó Mikasa

— Mientras seas menor que yo, seguirás siéndolo —determinó Levi.

— Eres molestoso —se quejó y recibió una agresiva caricia en la cabeza.

— ¿Quiénes más han venido a verte?

— La verdad, mucha gente... más de la que querría tener aquí.

Durante su estadía en el hospital, la habían ido a visitar muchas personas. Armin se puso a llorar, pues se culpó de haberse embriagado y no haber estado consciente para ofrecerse a llevarla; Annie tuvo que sacarlo porque el llanto ajeno no ayudaría a la recuperación de la chica.

Tambien estuvieron Jean y Pieck, esta última no quiso despegarse de ella. Siempre fue alguien muy melosa pero en esta ocasión, era más la preocupación que mostraba por lo que no iba a apartarla.

Al menos Connie le aseguró que Sasha no sabía nada, o habría vuelto de su luna de miel. Reiner le mandó un costoso arregló floral, no supo si realmente le deseaba una pronta recuperación o solo presumía su dinero, daba igual, lo aceptó. Incluso Edel, Ilse y Joss habian ido a verla y a comentarle sobre el proyecto en el que estaban trabajando.

— ¿Sigue viniendo el mocoso de Jaeger? —preguntó Levi con algo de enojo

— Todos los días —respondió Mikasa con una sonrisa, sabiendo que eso molestaría a su primo.

— No puedo creer que hayas vuelto con él —se indignó—, creí que serías de las chicas que no volverían con su ex.

— Bueno, aprendí de ustedes —se refirió a Levi y Hange.

— Tonta —le dio un ligero golpe en la frente.

— Enano gruñón —se quejó— ¿No ibas a volver a Trost hoy?

— No sé si deba dejarte aquí. Hoy te dan el alta, ¿cierto? ¿Y si vienes con nosotros?

— ¿Ir con ustedes? ¿Por qué? ¿Me extrañas? —le sonrió socarronamente.

— ¿Quién te extraña a ti? —lo negó y la chica solo rio.

— Me quedaré aquí, Levi —aseguró—. Tengo mucho trabajo con lo que ponerme al día.

— ¿Solo eso?

— No. También tengo un lindo novio y un precioso niño aquí. Además de mis amigos que he vuelto a encontrar... No tengo motivos para irme —determinó.

— Bien, volveré con Hange y los niños hoy, cualquier cosa, llámame, no te lo guardes para ti sola.

— Si, si, apresúrate y vete —lo echaba de la habitación—. Saluda a Hange y a los diablillos.

— Te extrañan, ven a verlos algún día.

— Iré —prometió.

Levi salió de la habitacion, aun algo preocupado por la azabache pero la conocía, no era como que ella no pudiese cuidarse sola; además, era cierto que tenía a muchas personas con ella en esa ciudad. Y hablando de algunos... justo se cruzaba con Eren. El chico no le caía ni bien ni mal, pero la idea de que estuviese con su prima, que era como una hermanita para él, no le agradaba, aunque si reconocía que ese castaño se había esmerado en cuidar de Mikasa.

— Levi... ¿ya se va? —preguntó Eren cuando lo vio.

— Sí —respondió con el rostro malhumorado de siempre—. La estoy dejando aquí, más vale que no le pase nada —amenazó.

El hijo de mi ex [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora