El hijo de mi ex [Eremika]

Capítulo 21

Se preparaba para salir a una ceremonia muy importante. Ese día, se casaba una de sus más grandes amigas. Aun no se lo creía, que Sasha daría ese gran paso. Estaba feliz por ella, pero eso no evitaba que se le hiciera raro.

Se observó en el espejo y sonrió, aquel conjunto que llevaba puesto se le veía bien, y era formal para cualquier ceremonia. No optó por un vestido, intentó buscar uno para usarlo ese día pero ninguno la convenció, le era más fácil usar esa blusa gris sin mangas y de cuello halter adornado con diseños de rosas pequeñas, dejando sus brazos y hombros al descubierto, y aquella falda azul marino que combinada muy bien junto a la delgada correa en su cintura. Se colocó un juego de aretes largos que iban a juego con su vestimenta y adornó su pecho con un collar del mismo diseño.

Una vez lista, cogió su bolso donde llevaría lo necesario y salió de su apartamento. Según un mensaje que recibió hace poco, había ya dos caballeros esperándola abajo por lo que se apresuró.

— ¡Mika! —llamó alegre, un pequeño niño, cuando la vio llegar al vestíbulo del edificio.

La chica expandió una gran sonrisa en cuánto vio a aquel pequeño llamándola con entusiasmo. Se acercó a Tom, quien estaba junto a Eren, y casi muere de verlos a ambos.

Para empezar, Eren estaba muy bien vestido. ¡¿Alguien podía, por favor, explicarle el porqué él siempre se veía bien en traje?! El color oscuro le resaltaba los ojos así que se veía sumamente atractivo, y no era por presumir, pero él era suyo.

Por otro lado, presentía que se iba a derretir cuando vio a Tom con un trajecito a juego. Era simplemente adorable, sus rizitos claros daban un aire tan inocente que harían gritar de ternura a cualquiera.

— Esa señorita es muy hermosa, ¿no lo crees, Tom? —habló Eren cuando ella llegó hasta ellos.

— ¡Mika, estás muy bonita! —halagó el niño.

Había valido la pena, pasarse por un salón a hacerse el peinado y el maquillaje, y las dos horas preparándose. Recibir la adulación de ellos dos lo valía.

— Ustedes no se quedan atrás —respondió ella—. Pero creo que el señorito de aquí se lleva el premio, se encorvó un poco para rozarle la nariz al niño en un movimiento ascendente que lo hizo reír.

— ¿Es que nunca le podré ganar? —se quejó Eren.

Mikasa rio y se pegó a él para abrazarlo. Lo habría besado pero estaban delante de Tom y ella aún no estaba lista para presentarse como la novia del castaño. No obstante, las cosas entre ellos habían ido bien esos últimos días por lo que, quizás, sería ella quien se lo diría al niño pronto.

— Bueno, ya deberíamos ir —sugirió Eren.

Los tres fueron al aparcamiento del lugar, subieron al auto del castaño y partieron en dirección a donde se celebraría la ceremonia. Mikasa iba en la parte de atrás junto con Tom, absolviendo todas las preguntas que el niño hacía al ser su primera vez en ese tipo de eventos.

Llegaron al lugar, habían tenido que pasar por la carretera que rodeaba la gran ciudad vecina, hasta llegar a donde les habian indicado, que era un centro vacacional en campo abierto. Eren aparcó en el estacionamiento ya preparado e ingresaron al lugar con las invitaciones que tenían.

— ¡Miren quienes llegaron! —Ymir llamó la atención—. La parejita del momento —consiguió molestarlos.

— ¡Pero mira qué bonita te ves hoy! —dijo Mikasa sabiendo que eso devolvería la molestia.

No había mentiras en eso último, si bien Ymir usaba un vestido largo color crema que se apegaba a su cintura y cadera, y dejaba suelto en la zona inferior, le quedaba muy bien. Nunca la habian visto con ese tipo de vestuario, ni siquiera en la ceremonia de graduación de la escuela o la universidad, por lo que realmente era una sorpresa lo que veían ahora mismo.