El hijo de mi ex [Eremika]

Capítulo 18

ADVERTENCIA: El siguiente capítulo tiene contenido smut, por lo que si...
¡¿Saben qué?! Siento que mi advertencia será para nada porque igual van a leer. 🤣 Además, algunos saben lo mala que soy para ese tipo de contenido así que no esperen mucho. Espero les guste el capítulo. ✨🤗

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Lo primero que buscó fue el interruptor de la habitación principal, le era un poco complicado teniendo a Mikasa inclinando todo su peso sobre él; ella no era exactamente liviana como una pluma pero mejor no mencionar el peso de una chica o Tom quedaría huérfano.

— Ordenada como siempre —comentó Eren cuando al fin pudo iluminar el lugar—. Baja —pidió soltándola y dejando el bolso de la chica en uno de los muebles, mientras los zapatos eran soltados al suelo.

— ¡No! —exclamó ella aferrándose fuertemente, se negaba a bajar de su espalda.

— ¡Mikasa, vas a ahorcarme! —se quejó al verse estrangulado por aquellos finos brazos que lo rodearon con fuerza, por lo que volvió a acomodarla sobre él.

— Llévame a mi cama —pidió con un puchero.

— No creo que deba...

— ¡Llévame! —exigió.

Sí que estaba siendo problemática. A Eren no le quedó de otra que obedecerle, tal vez así dejaba de hacer berrinche. Logró reconocer cuál era su habitacion ya que todos los apartamentos de ese edificio tenían la misma estructura.

Mikasa estaba muy empalagosa, empezaba a acariciarle los brazos y a darle leves besos en la mejilla, aprovechando la posición en que se encontraba. Eren abrió la puerta de su habitación y encendió las luces para luego, tratar de bajarla, despacio, sobre su cama.

— Te quedaras, ¿cierto? —le susurró directamente al oído cuando era soltada delicadamente.

Aquel soplo cálido y húmedo sobre su oreja fue demasiado electrizante y lo obligó a soltarla de forma brusca. Mikasa había caído sobre aquella blanda cama y se reía de ver a Eren completamente rojo y frotando con ímpetu la zona estimulada.

— ¿Por qué hiciste eso? —le reclamó con tono de molestia pero ella bien sabía que era una fachada, había logrado ponerlo nervioso.

— ¿Por qué no lo haría? —respondió ella burlándose.

¡Eso había sido apropósito! Ella bien conocía sus zonas sensibles tan bien como él conocía las de ella. Lo estaba tentando y no acabaría bien.

— Estás siendo inapropiada, acuéstate y duerme —ordenó, intentó irse pero ella lo sujetó de la mano.

— ¡Tengo sed! —exclamó, era su forma de retenerle.

Eren se lo pensó, era normal que la chica tuviese sed después de la cantidad de alcohol que ingirió; de hecho, él tambien tenía algo de sed.

— Está bien, te traeré algo de agua —aceptó—, pero quédate tranquila —ordenó.

Mikasa asintió enérgicamente para dar a entender que le obedecería, aunque ese movimiento le generó una terrible punzada en la sien.

El castaño fue a la cocina por el bendito vaso de agua que le habian pedido. Se debatía mentalmente sí, a la mañana siguiente, comentarle a la Ackerman sobre su actitud en ese momento. Le estaba molestando. La conocía desde que eran niños pero jamás la vio ebria a ese punto y pensar que se ponía de esa manera cuando lo estaba, lo enojaba mucho, ¡¿con cuántos habría estado ella en esa condición?!