Capítulo 8

2.2K 196 140
                                    

Llevaba ya una hora en aquella reunión. Mikasa se mostraba bastante tranquila pero por dentro moría de aburrimiento. Era extraño estar rodeada de actores, actrices, directores de cine, guionistas y más gente de ese rubro; apenas y había algunos de su departamento, entre ellos, su jefe quien, en ese preciso momento, estaba presentando las propuestas que habían preparado en aquellos últimos días.

Aprovechando que se encontraba en la parte posterior de esa gran mesa larga, sacó su celular para distraerse con algo en redes sociales. Abrió Twitter hasta que el teléfono vibró por un mensaje, era de Eren.

"Hola", decía.

"Hola, ¿qué tal?" respondió ella.

"Algo aburrido, te vi en línea así que decidí molestarte un rato"

"Yo estoy igual, las reuniones de trabajo no son lo mío"

"Me imaginó..." "Por cierto, no iba a decírtelo, pero te tengo una sorpresa"

"¿Qué sorpresa" —sonrió sin querer.

"Sí te lo digo ya no es sorpresa"

"Pero si ya me dijiste que habría sorpresa, ahora me tienes que decir" "Espera" "No... no es mi cumpleaños"

"Jajajaja" "Tengo presente cuando es tu cumpleaños y no, no es por eso"

"¿Entonces?"

"Atiende a tu reunión, adiós"

"¡Eren!"

— Señorita Ackerman —la llamaron causándole impresión.

— ¿Sí? —preguntó tranquila, como si nunca se hubiese distraído.

— Su trabajo es increíble, esperamos poder seguir trabajando de esta manera con usted —le dijeron.

Mikasa estaba un poco confundida y solo giró el rostro para observar a Edel, su jefe, quien le hacía gestos y le indicaba que asintiera.

— Sí... será un gusto seguir trabajando con este grupo —respondió ella.

— ¡Bien! Entonces, eso sería todo por hoy —expresó aquel hombre mayor que dirigía la sala—. Puede volver cada quien a su departamento, gracias por su presencia.

Todos se levantaron de sus asientos y salieron del lugar. Edel se acercó a la azabache de rasgos asiáticos y la reprendió.

— Tú no eres de estar distraída, ¿quién te tiene así? —preguntó muy serio.

— Nadie... —respondió ella sintiéndose ofendida— Estaba aburrida y revisé las noticias, es todo —aclaró.

— Si, si... —rodaba los ojos como muestra de que no le creía— ¿Siempre le sonríes de esa manera a las noticias?

— ¿Qué? No estaba sonriendo —negó.

— Lo estabas —afirmó—, parecías mi hija adolescente sonriéndole a su novio.

— ¡¿Qué?!

¿Le estaba bromeando, cierto? Se sentía abochornada.

— En fin... Recuerda que debes entregar el siguiente boceto de este proyecto para el viernes, y revisar las partituras de Joss e Ilse.

— Sí, está bien —aceptó—, ¿te vas? —preguntó al verlo alejarse apresuradamente.

— Sí, tengo un partido de futbol que ver con unos amigos, encárgate de revisar lo que dejé en mi escritorio.

— ¡¿Qué?! —exclamó— Oye, no le dejes tu trabajo a alguien... más —dejó de reclamar al ver que su jefe ya se había ido.

La chica suspiró pesadamente, ahora debía quedarse más tiempo cuando se supone que solo tendría esa aburrida reunión y luego podría ir a casa. Bueno, aún tenía tiempo antes de ir por Tom.

El hijo de mi ex [Eremika]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora