Capítulo 1

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Capítulo 1: Te llamaré Adonis.

Shayra

Las personas a mi alrededor hablaban sin parar. Casi parecía un carnaval, una fiesta gigante donde te encontrabas con tus compañeros de secundaria y todos se abrazaban vociferando lo mucho que se extrañaron. Pero no, solo era un evento en la plaza de Manchester. Un evento de política, nada divertido, pensé en regresarme ya que no había ido por amor al mundo político, sino porque quería salir un rato, ver algo distinto.

Y vaya, que lo vi.

Di una vuelta sobre mis pies para largarme de aquel lugar, entonces, lo vi.
No era la gran cosa, de hecho, no se porque me llamo la atención. Era un chico alto, cabello oscuro, ojos negros -o eso parecía- y ni siquiera iba vestido de negro, como un chico problema. Utilizaba un jean y una sudadera blanca. Pero había algo en él y yo quería saber qué.

Bueno, quizás sí que era la gran cosa. Era guapísimo.

Me quedé parada a una distancia considerable de él, observando. Seguro desde lejos, parecía alguna chica acosadora de hombres guapos. Algunas personas tropezaron conmigo y algunas otras me pisaron, pero yo seguía ahí.

Entonces, algo pasó.

Mi mirada ha de haber sido muy pesada, porque él volteo su cabeza en mi dirección. Así, sin más. Sin ver a nadie, sin hacer contacto visual con nadie. Su mirada vino específicamente hacia mi. Fueron tres segundos, quizá. Un tiempo demasiado corto. Por un momento, pareció que el parloteo de las personas disminuían, como si no fuesen audibles ya, como si el mundo hubiese parado en ese preciso instante.

Sin embargo, su mirada no dijo nada. Fue realmente extraño, incluso, eché un vistazo detrás de mi, creyendo que miraba a otra persona... pero no. Era tan neutral, tan inexplicable.

¿Recuerdas esa frase cliché de una mirada dice más que mil palabras? No fue el caso. Sus ojos estaban puestos en los míos, pero casi parecía que no. Experimente una sensación muy extraña. Era normal en mi tener curiosidad. Era demasiado curiosa para mi propio bien, y lo sabía. Cuando dejó mis ojos, yo seguí observándolo desde lejos, casi como un asesino en serie observaba a su víctima, o como un león observaba a su presa... o quizás solo estaba exagerando y viéndolo de vez en cuando.

Al cabo de un rato, se encamino fuera del gentío, ¿lo qué me pareció extraño? nunca habló con nadie. Caminó tranquilo, de hecho, caminaba de una manera que lo hacia parecer relajado, como si no tuviera ningún problema en la vida. Llegué a creer que tomaría un camino desolado, con casas tan viejas que estaban a punto de derrumbarse y con carreteras vacías y arruinadas, pero me equivoqué. Caminó por el centro de la ciudad, incluso, se detuvo en un lugar. No logré ver dónde, ya que estaba haciendo uso de mis habilidades de infiltración profesional.

Claro que no tenía ninguna habilidad, por lo que cuando volteó, mi única idea fue correr dentro de la tienda mas cercana que vi. No alcanzó a verme... o eso quería pensar.

Esperé un momento. Salí, caminando como cualquier chica que acababa de salir de una tienda y no una loca siguiendo a un desconocido. ¿El problema? Ya no estaba.

¡Ya no estaba!

Miré en la dirección donde se supone iba, y nada. Miré calle abajo, hacia la plaza, y nada. No había rastro del chico. Aunque llegue a pensar que tal vez no lo vi entre las personas de mi alrededor. Así que decidí olvidar mi misión fallida y regresar a casa.

***

Había algo especial en caminar, escuchando música. Siempre pensé que eso hace tu estilo, por ejemplo, si vas sola, escuchando una canción muy triste, da la impresión de que eres una asocial depresiva, pero si vas con una canción alegre y animada, de pronto, parece que hasta caminas con más flow.
La tarde cayó y el sol empezaba a esconderse, faltaba una cuadra para llegar a casa, así que aminoré el paso y tarareé la canción que los auriculares transportaban a mis oídos. Me dio la impresión de que alguien venia caminando detrás de mi, pero seguí en lo mío, hasta que sentí un pequeño toque en mi hombro derecho. Quité uno de mis auriculares y levanté la vista.

Renunciando a todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora